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El consumo de alcohol en las personas adultas mayores
Escrito por:
Lic. Tirso Tamayo. Educador en salud – Gerontólogo
Revisado por:
Dra. Margarita Pineda. Geriatra
Palabras claves:
alcoholismo, adicción, alcohol, cerveza, licor
Reutilización de elemento de catálogo
Familia:adulto-mayor
lunes, 18 de diciembre de 2017
135
miércoles, 9 de mayo de 2018
No
El abuso en el consumo de bebidas alcohólicas no se aprecia como relevante para el cuidado de los adultos mayores, a pesar de ser una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. La interacción entre los medicamentos y alcohol es motivo de especial atención, por la gran cantidad de medicinas que consumen en esta etapa de la vida. El alcohol actúa diferente en las personas adultas mayores ya que puede cambiar su forma de actuar sin aumentar la cantidad de alcohol que toman, lo que favorece la probabilidad de que tengan accidentes, caídas y fracturas.
¿Qué puede causar el consumo prolongado de alcohol?
- Desarrollar ciertos tipos de cáncer, daños en el hígado, trastornos en el sistema inmunológico y daños en el cerebro y empeorar algunas condiciones, como osteoporosis, diabetes, presión arterial alta y las úlceras.
- Provocar problemas de memoria y que las personas se sientan confundidas. Síntomas que podrían asociarse erróneamente como señales de la enfermedad de Alzheimer.
¿Cómo saber si estoy consumiendo cantidades peligrosas de alcohol?
Según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo de los Estados Unidos. Se estima que consumir más de 7 bebidas estándar por semana o más de 3 en una ocasión en las personas mayores 65 años lo ubican en la categoría de consumo perjudicial para su salud. Una bebida estándar equivale a una de las siguientes opciones:
- Una lata o botella de 12 onzas de cerveza corriente o un refresco mezclado con vino.
- Una copa de 5 onzas de vino tinto o blanco.
- Un trago de 1.5 onzas de licor fuerte como ginebra, vodka o whisky.
La dependencia al alcohol o alcoholismo es un conjunto de fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos que pueden aparecer después del consumo repetido de alcohol. (ejemplo: deseo intenso de consumir alcohol, dificultad para controlar la cantidad ingerida, persistencia a pesar de las consecuencias perjudiciales, mayor prioridad a ingerir bebidas frente a otras actividades y obligaciones).
¿Cómo obtener ayuda?
Inicie hablando con su médico, quien le dará consejos sobre el tratamiento y obtenga información sobre el programa de 12 pasos de Alcohólicos Anónimos, ellos ofrecen apoyo a personas que quieren dejar de tomar alcohol. Para dejar de tomar comience por reducir la cantidad que ingiere y siga estos consejos:
- Cuente las bebidas estándar que se toma cada día.
- Organice los días que va a tomar dejando días que libres de alcohol.
- No consuma más de una bebida alcohólica en una hora. Hágalo de forma pausada.
- Asegurarse de comer cuando está tomando para que el alcohol sea absorbido más despacio.
- Busque intereses que no incluyan el uso de alcohol.
- Evite personas, lugares y momentos del día que puedan incitarle a tomar.
- Aprenda a decir "no" cuando alguien le ofrece una bebida alcohólica.
Permanezca alerta a los cambios y disfrute la vida al máximo, ajuste la cantidad de alcohol que usted puede tomar sin peligro y procure estar consciente de cómo su cuerpo cambia a medida que va envejeciendo
Parte de la información es cortesía de NIA’s Web site (www.nia.nih.gov)
El consumo de alcohol en las personas adultas mayores