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La enfermedad de Parkinson: qué es, causas, síntomas y tratamientos
Escrito por:
Lic. Tirso Ladislao Tamayo Corpeño. Educador en Salud – Gerontólogo.
Revisado por:
Dra. Sara Corado. Gerontóloga clínica
Palabras claves:
Parkinson, anciano, adulto mayor, temblor, equilibrio, marcha, coordinación
Reutilización de elemento de catálogo
Familia:adulto-mayor
miércoles, 3 de enero de 2024
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viernes, 5 de enero de 2024
No
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico crónico que afecta el movimiento. Se caracteriza por la pérdida de neuronas en una región del cerebro llamada sustancia negra. Estas neuronas producen una sustancia química llamada dopamina, que es importante para el control del movimiento.
Estas neuronas producen una sustancia química llamada dopamina, que es importante para el control del movimiento.
¿Qué es la dopamina?
La dopamina es un neurotransmisor, lo que significa que es una sustancia química que transmite señales entre las neuronas. Es fundamental para el control del movimiento, el aprendizaje, la memoria y la motivación.
¿Qué causa la enfermedad de Parkinson?
La causa exacta de la enfermedad de Parkinson es desconocida, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales.
Los factores genéticos parecen ser los más importantes, ya que el riesgo de desarrollar la enfermedad es mayor en las personas que tienen antecedentes familiares de la misma.
Los factores ambientales que pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson incluyen:
- Exposición a toxinas, como la exposición al manganeso o al pesticida.
- Traumatismos craneoencefálicos.
- Tabaquismo.
- Consumo excesivo de alcohol.
Síntomas de la enfermedad de Parkinson
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson suelen comenzar gradualmente y empeorar con el tiempo. Los síntomas más comunes son:
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Temblor: en una o ambas manos, que suele ser más notable cuando la persona está relajada.
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Rigidez muscular: rigidez en los músculos, que puede dificultar el movimiento.
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Lentitud de movimientos: lentitud que puede hacer que la persona se vea torpe o lenta.
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Problemas de equilibrio y coordinación: problemas para mantener el equilibrio y la coordinación, lo que puede aumentar el riesgo de caídas.
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Cambios en la voz: voz más baja, monótona o susurrante.
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Problemas de habla: dificultad para hablar con claridad.
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Problemas de escritura: dificultad para escribir con claridad.
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Problemas de sueño: problemas para dormir, como insomnio o somnolencia diurna excesiva.
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Problemas de ánimo: depresión, ansiedad o cambios de humor.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Parkinson?
El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson se basa en la evaluación de los síntomas, los antecedentes médicos y los resultados de las pruebas.
Las pruebas que se pueden realizar para diagnosticar la enfermedad de Parkinson incluyen:
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Examen físico: El médico examinará los movimientos del paciente y evaluará su equilibrio y coordinación.
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Pruebas de laboratorio: El médico puede solicitar análisis de sangre para descartar otras enfermedades que pueden causar síntomas similares a los de la enfermedad de Parkinson.
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Imágenes cerebrales: El médico puede realizar una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM) para descartar otras causas de los síntomas.
¿Cómo se trata la enfermedad de Parkinson?
El tratamiento tiene como objetivo controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Es importante tener en cuenta que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero existen medidas medicadas y no medicadas,como el baile, ejercicios de la marcha, natación, que favorecern el manejo de los síntomas.
Los tratamientos para la enfermedad de Parkinson incluyen:
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Tratamientos farmacológicos: los medicamentos son el tratamiento más común para la enfermedad de Parkinson. Se utilizan para aumentar los niveles de dopamina en el cerebro. Los medicamentos para la enfermedad de Parkinson se pueden dividir en dos grupos principales:
- Agonistas dopaminérgicos: Los agonistas dopaminérgicos actúan imitando la acción de la dopamina en el cerebro. Los medicamentos para la enfermedad de Parkinson son la Levodopa, la Ropinirol y la Pramipexole.
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Inhibidores de la monoaminooxidasa B (MAO-B): Los inhibidores de la MAO-B reducen la descomposición de la dopamina en el cerebro. Los inhibidores de la MAO-B más usuales para la enfermedad de Parkinson son la selegilina, la rasagilina y la safinamide.
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Tratamientos no farmacológicos: los tratamientos no farmacológicos pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Estos tratamientos incluyen:
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Fisioterapia: la fisioterapia puede ayudar a mejorar la fuerza, el equilibrio y la coordinación.
- Terapia ocupacional: la terapia ocupacional puede ayudar a las personas a aprender a realizar las actividades cotidianas de forma más fácil.
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La terapia del habla y del lenguaje puede ayudar a las personas con problemas en estas áreas.
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Intervención nutricional: la intervención nutricional puede ayudar a las personas con enfermedad de Parkinson a mantener un peso saludable y a prevenir la desnutrición.
- Apoyo psicológico: el apoyo psicológico puede ayudar a las personas con enfermedad de Parkinson a afrontar los desafíos de la enfermedad.
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La cirugía para la enfermedad de Parkinson se conoce como estimulación cerebral profunda (DBS). Implica la implantación de electrodos en el cerebro que envían señales eléctricas para estimular las áreas afectadas por la enfermedad. Esta puede ser una opción de tratamiento eficaz para pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada que no responden a los medicamentos.
Pronóstico de la enfermedad de Parkinson
La esperanza de vida de las personas con enfermedad de Parkinson es similar a la de la población general. Sin embargo, puede causar discapacidad, lo que puede dificultar la realización de las actividades cotidianas.
Referencias:
La enfermedad de Parkinson: qué es, causas, síntomas y tratamientos