Causas y tratamientos para la disfunción eréctil

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Escrito por:
Dr. Jose Ricardo Roldan Castillo. Médico Salubrista.
Revisado por:
Dr. Samuel Henríquez. Jefe del departamento de Planificación en Salud.
Publicado:
09-Apr-24 6:00:00 AM
Palabras claves:
sexualidad, disfunción, impotencia, relaciones sexuales
 

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¿Qué es la disfunción eréctil?

La disfunción eréctil (DE) es una condición prevalente que puede afectar a hombres de todas las edades y está asociada a factores tanto psicológicos como orgánicos. Se caracteriza por la incapacidad persistente o recurrente de lograr o mantener una erección suficiente para una relación sexual satisfactoria.

Puede ser un síntoma de enfermedades subyacentes y su evaluación requiere una historia clínica detallada, un examen físico y pruebas diagnósticas adicionales.

Los tratamientos para la DE pueden incluir cambios en el estilo de vida, intervenciones médicas, terapia psicológica y medicamentos orales. Es esencial considerar tanto los factores psicológicos como los orgánicos en el abordaje de la DE, ya que ambas pueden desempeñar un papel significativo en su desarrollo. 

¿Qué causas de la disfunción eréctil? 

La disfunción eréctil puede tener múltiples causas, que van desde factores físicos hasta psicológicos. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  • Factores físicos: Enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol.
  • Factores psicológicos: Estrés, ansiedad, depresión, problemas de relación, traumas emocionales, entre otros.
  • Factores relacionados con el estilo de vida: Falta de ejercicio, mala alimentación, falta de sueño adecuado, entre otros.​ 

¿Desarrollo de la DE? 

En términos generales, el desarrollo de la DE puede estar relacionada con diversos mecanismos, como la disminución del flujo sanguíneo arterial debido a enfermedades vasculares, la alteración de la función endotelial que afecta la vasodilatación arterial, y la disminución de la producción de óxido nítrico, un componente clave en la relajación del músculo liso cavernoso del pene.

Además, factores como enfermedades crónicas, trastornos hormonales, neuropatías, y factores psicológicos como estrés, ansiedad o depresión, pueden contribuir a la aparición de la DE.

Síntomas 

Los síntomas pueden variar en cada individuo, pero los más comunes incluyen:

  • Dificultad para lograr una erección.
  • Incapacidad para mantener una erección.
  • Erecciones menos firmes de lo habitual.
  • Reducción del deseo sexual.

¿Cómo se diagnostica? 

El diagnóstico requiere una evaluación completa que abarca aspectos médicos, sexuales, físicos y psicológicos para identificar las posibles causas subyacentes y determinar el tratamiento más adecuado

  • Historial médico: información sobre el historial médico del paciente, incluyendo medicamentos que toma, hábitos como fumar o consumo de alcohol, cirugías previas, problemas cardíacos, trastornos hormonales, entre otros.
  • Historia sexual: Se realizarán preguntas sobre la vida sexual del paciente, el inicio de los problemas de erección, tratamientos previos, y otros aspectos relacionados con la función sexual.
  • Exploración física: Se puede llevar a cabo un examen físico para evaluar la salud general del paciente, incluyendo una evaluación de la próstata y la medición de la presión arterial.
  • Pruebas adicionales: En algunos casos, se pueden realizar pruebas específicas como un test de tumescencia y rigidez nocturna, test de inyección intracavernosa, pruebas de contraste vascular radiológico, entre otras, para evaluar la función eréctil de manera más detallada.
  • Análisis de sangre: Se pueden realizar análisis de sangre para determinar el nivel de testosterona y descartar posibles causas hormonales.
  • Evaluación psicológica: En algunos casos, se puede recomendar una evaluación psicológica para identificar posibles factores emocionales que puedan contribuir a la DE.

¿Cómo se trata la enfermedad?

El tratamiento puede involucrar diversas opciones, dependiendo de la causa subyacente y las necesidades individuales del paciente. Algunas de las opciones de tratamiento comunes incluyen: 

  • Medicamentos orales: Los inhibidores de la fosfodiesterasa, son tratamientos de primera línea para la DE. Estos medicamentos ayudan a aumentar el flujo sanguíneo al pene, facilitando la erección.
  • Cambios en el estilo de vida: Incluir dejar de fumar, limitar o evitar el consumo de alcohol, aumentar la actividad física y mantener un peso saludable.
  • Consejería: Consultar con un consejero puede ser beneficioso si existen problemas psicológicos o emocionales relacionados con la DE.
  • Cirugía: En casos donde otros tratamientos no han sido efectivos, la cirugía puede ser una opción. Esto puede incluir la implantación de dispositivos para la erección o la reconstrucción de arterias para mejorar el flujo sanguíneo al pene.

Es importante que el tratamiento de la DE sea individualizado y supervisado por un profesional de la salud, considerando las necesidades y condiciones específicas de cada paciente.

¿Cómo se puede prevenir? 

Para prevenir la disfunción eréctil​, se pueden seguir algunas medidas y hábitos saludables. Estas incluyen:

  1. Mantener un peso corporal normal: La obesidad puede ser un factor de riesgo para la disfunción eréctil, por lo que mantener un peso saludable es importante.
  2. Realizar ejercicio físico regularmente: Hacer ejercicio al menos 2 o 3 veces a la semana puede ser beneficioso para prevenir la disfunción eréctil.
  3. Seguir una dieta saludable: La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado y baja en carne roja.
  4. Dejar de fumar: El tabaquismo puede dañar los vasos sanguíneos del pene y contribuir a la disfunción eréctil, por lo que dejar de fumar es importante para prevenir esta condición.
  5. Controlar el colesterol, la presión arterial y los niveles de glucosa: Mantener bajos los niveles de colesterol y triglicéridos, así como mantener una presión arterial y niveles de glucosa en sangre controlados.
  6. Evitar el consumo excesivo de alcohol y sustancias narcóticas: El abuso de alcohol y drogas puede afectar la función eréctil, por lo que es importante moderar su consumo.
  7. Manejar el estrés y la ansiedad: Factores psicológicos como el estrés y la ansiedad pueden contribuir a la disfunción eréctil, por lo que es importante manejar adecuadamente estas condiciones.

Siguiendo estas recomendaciones y adoptando un estilo de vida saludable, se puede reducir el riesgo de desarrollar disfunción eréctil y mantener una buena salud sexual. 

Referencias:​

Causas y tratamientos para la disfunción eréctil