Hábitos higiénicos en el bebé

Familia
Escrito por:
Dra. Claudia Imbers de Lazo. Pediatra
Revisado por:
Dr. Rafael Lopez Urbina. Pediatra
Publicado:
23-Jan-18 6:00:00 AM
Palabras claves:
bebé, baño, higiene, hábitos
 

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Familia:Niñez
miércoles, 13 de diciembre de 2017
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miércoles, 9 de mayo de 2018
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La higiene en los primeros meses de vida es un factor importante y es necesario extremarla, no solo al cuidado del cuerpo del bebé, sino también en relación con todo aquello que pueda manipular y con el entorno en que vive.

El bebé se encuentra en la fase pasiva, que se caracteriza por una dependencia total de los adultos. Ahora hablaremos de la limpieza específica de determinadas zonas del cuerpo.

La piel

La piel del recién nacido tiene unas características especiales a tener en cuenta en el cuidado diario. La capa más externa está poco desarrollada por lo que presenta una mayor pérdida de calor, está más expuesta a infecciones y tiene gran capacidad de absorción de cremas y medicamentos para la piel.

También carece de vellos, lo que tiene es una especie de "pelusa" llamada lanugo que se irá perdiendo poco a poco y se descama fácilmente, lo que la hace muy delicada. Posee escasos factores hidratantes naturales por lo que necesita cuidados especiales.

¿Cómo podemos aportar estos cuidados? Con una buena limpieza durante el baño en el día mediante masajes, cuidando el aseo del ombligo, manteniendo la temperatura corporal del bebé y cuidando de su ropa.

  • Antes de la caída del ombligo, el baño se realiza con algodón o una toallita suave humedecida con agua tibia (sin hervir). Se debe comenzar en la cara y terminar en los pies. No se usa ningún tipo de jabón.
  • Si la piel está reseca, se puede lubricar con crema hidratante.
  • Si la piel de la zona del pañal está irritada, se le puede colocar una pomada cicatrizante (con óxido de zinc) en la zona afectada y se aconseja realizar prontamente cambio de pañales. Si la irritación persiste, hay que consultar con el pediatra.
  • Luego de la caída del ombligo, lo ideal es no usar ningún tipo de productos, sin embargo, se pueden utilizar jabones de baño con un pH neutro (el pH viene descrito en la fórmula del producto) y las cremas protectoras.
  • Las colonias no deben de utilizarse.

El momento del baño

Junto con el momento de la lactancia materna, la hora del baño es una de las actividades de mayor relación entre los padres y el bebé.
El objetivo principal del baño es brindarle al bebé una buena higiene, pero también es el espacio de juego, de entrar en contacto directo con el niño y de relajarse.

¿Dónde bañarle?

Puede ser en una bañera diseñada especialmente para bebés o en un espacio lo suficientemente amplio. El sitio debe ser cómodo, con un clima agradable y debe de disponer de todos los materiales necesarios para proveer de una buena higiene al pequeño.

Materiales necesarios

Esponja suave, crema, pañal nuevo, ropa limpia, material para curar el ombligo (gasas y antiséptico), luego de la caída del ombligo, se puede utilizar un jabón de pH neutro sin perfume.

Preparativos

Lo primero que se tiene que hacer es revisar que tenemos todos los implementos que vamos a utilizar. Para bañar a los bebés no es necesario que el calor sea excesivo, ya que esto no beneficia en nada al bebé. Es importante buscar un ambiente neutro, ni muy caliente, ni muy frío. La temperatura del agua debe ser agradable, según el gusto del bebé.

¿Cómo y cuándo bañarlo?

Para que el bebé se relaje y sienta su hora de baño como algo placentero se debe introducir el cuerpo del niño en el agua. Realizar esta actividad cerca de la noche, nos da la posibilidad para que el niño duerma y descanse mejor, lo cual también trae beneficios a los padres.
Además, sumergirle en agua tibia, ayuda a que el bebé no se quede frío durante el baño.

Pasos a seguir

  1. Desnudarlo despacio.
  2. Antes de sumergirlo limpiaremos la zona genital, si tiene el pañal sucio, para no ensuciar el agua de la bañera.
  3. Introducir al niño en el agua hasta casi los hombros, si es posible, sujetándole el padre o la madre pasándole el brazo por detrás de la espalda, hasta sostener su bracito por la axila, así la cabeza queda libre y el cuerpo bien sujeto.
  4. Calmarlo si se pone nervioso, hablándole y acariciándole e ir echando agua con la mano por todo el cuerpo.
  5. Lavar la cara con agua.
  6. Con la esponja humedecida y escurrida, con poca cantidad de jabón, ir frotando suavemente todo el cuerpo empezando por la cabeza e insistiendo en la zona por detrás de las orejas, seguir con el cuello, brazos, axilas, pecho, espalda, piernas, pies y por último los genitales.
  7. Enjuagarle, echándole agua de nuevo con la mano, eliminando todos los restos de jabón.
  8. Sacarlo del agua con cuidado y taparlo con una toalla o capa caliente.
  9. El secado debe ser preciso, sin frotar, haciendo pequeños toques con la toalla y empapando la humedad, prestando especial atención a las zonas de los pliegues (cuello, axilas, ingles y genitales) y en las manos y pies.

Cuidados del cordón umbilical (ombligo)

  • Se debe limpiar con alcohol puro en concentración de 70% una vez al día o según necesidad; especialmente en la región de la base (zona de unión entre la piel y el cordón).
  • Si aparece enrojecimiento intenso, con aumento de volumen y/o mal olor, se debe consultar en forma inmediata con el médico.
  • Asegurarnos de que quede bien seco, puede utilizarse una gasa estéril o bien secar al aire (podemos aprovechar este momento para darle un masaje) pero nunca soplar sobre el cordón.
  • No es preciso dejar una gasa enrollada en el cordón, pero sí asegurarnos que el pañal no roce en la zona umbilical, colocarlo por debajo.
  • El ombligo suele caer entre el quinto y el décimo día.

El masaje

Una vez seco el bebé, aprovecharemos para disfrutar y que él disfrute, la mejor transmisión de sentimientos sucede aquí con las caricias y el masaje.

Cogeremos una pequeña cantidad de crema hidratante y la calentaremos frotándola entre nuestras manos, seguidamente le daremos un ligero masaje con movimientos circulares por todo el cuerpo, empezando por el pecho, hombros, brazos, abdomen, piernas y espalda, sin olvidarnos las manos y los pies.

Debemos asegurarnos que no queden restos de crema y que se ha absorbido en su totalidad.

Para la cara podemos utilizar una crema especial, daremos un masaje fino y breve.

El cabello

Se debe lavar en el mismo proceso del baño diariamente utilizando un champú infantil y sin meterle la cabeza dentro del agua.

El cepillado es imprescindible para mantener su pelo limpio y evitar que le salga costra o granitos en el cuero cabelludo. El cepillo debe tener las cerdas muy suaves y hay que pasárselo con mucho cuidado para no hacerle daño.

Oídos

Una de las partes importantes es limpiar los oídos, la higiene ha de limitarse a las zonas de a fuera, ya que las partes ;internas se limpian solas.

Para limpiar los oídos se utilizará una tela suave, una gasa o una toallita húmeda y se limpiará también la parte detrás de las orejas, donde se acumula suciedad, en ningún caso se utilizará hisopo.

Los ojos y la nariz

También requieren de un tratamiento especial si producen mucha secreción. Los ojos se limpiarán de la nariz hacia fuera y después se les secará.

  • Si se observa secreción amarilla y espesa de aparición persistente en uno o en ambos ojos, la recomendación es hacer aseo frecuente con algodón y agua estéril o agua hervida (tibia o fría) cada tres o cuatro horas.
  • Si no mejora, se debe consultar al pediatra. Nunca automedicar.

La boca

Requiere su limpieza particular, hay que pasarle una gasa después de comer y antes de dormirlo. Se debe evitar acostarle con el biberón o pacha para prevenir las caries.

Las uñas

Es importante que los niños lleven las uñas cortas. Se debe utilizar una tijera de punta redonda para cortarlas, siguiendo la línea natural de las uñas.

El cambio de pañales

  • En los primeros meses, las evacuaciones de los bebés son muy frecuentes. Es aconsejable limpiarlos antes de acostarlos y al despertarlos. También cuando se tenga la certeza de que está sucio. Además, es necesario cambiarlo cuando esté intranquilo o molesto.
  • Utilizar crema protectora con óxido de zinc, después de limpiarlo para evitar las escaldaduras.
  • En las niñas, la limpieza debe realizarse siempre de adelante hacia atrás y no al revés para evitar infecciones.
  • En los niños, la limpieza debe efectuarse desde los muslos hacia el pene, teniendo especial esmero en los testículos ya que estos pueden mantener restos de orina o heces.

Elección y cuidado de la ropa del bebé

  • La ropa que debemos utilizar debe ser suave, confortable y que no apriete, debe estar compuesta de fibras naturales, de ser posible algodón 100%, para favorecer la transpiración.
  • No debemos abrigarlo demasiado, ya que tampoco estaría cómodo, por lo general además de la ropa, el bebé lleva el arrullo y a su vez van dentro del porta bebé o carrito con lo cual están protegidos del frío.
  • Comprobar que no suda tocándole la zona del cuello y espalda, ya que si esto sucede debemos retirarle alguna de las prendas.
  • Debemos usar ropa de talla adecuada y cambiarla cuando está sucia o manchada.
  • Las sábanas y el edredón deben pesar poco, no utilizar almohadas, y solo utilizar la cuna cuando sea el momento de dormir.
  • Para el lavado de la ropa de bebés existen detergentes especiales, no obstante, es recomendable utilizar poca cantidad, enjuagarla bien y no usar suavizantes que pueden irritarle la piel.         

Consejos a los padres

  • Ayudar a la limpieza de las vías aéreas. Si es preciso aspirar, hacerlo siempre antes de las tomas.
  • No forzar las tomas, si el niño no quiere, darle menos volumen y aumentar la frecuencia de estas.
  • En caso de frio: abrigar.
  • Procurar la comodidad del bebé en una posición adecuada.
  • Es importante que el niño descanse, así disminuye su irritabilidad.
 

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