Mi primera consulta dental

Familia > Niñez
Escrito por:
Dra. Elisa Polanco de Nasser, Dr. Edwin Alexander Alvarenga. Odontólogos
Revisado por:
Dra. Ana Guadalupe Contreras de Miranda. Odontóloga
Publicado:
01-Sep-23 6:00:00 AM
Palabras claves:
manejo, conducta, comportamiento, actitud, adaptación
 

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Familia:Niñez
jueves, 14 de diciembre de 2017
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viernes, 1 de septiembre de 2023
No



La primera visita al consultorio odontológico debe ser lo más agradable, sencilla y positiva posible para el niño, ya que su comportamiento futuro dependerá en gran parte de esta.

Es necesario comenzar realizando los procedimientos más sencillos como un examen bucal, profilaxis (limpieza de dientes), aplicaciones de flúor e ir avanzando a las más complejas, a menos que sea necesario un tratamiento de urgencia en donde se obviará el protocolo.

El comportamiento del niño en su primera consulta puede ser muy variado, se pueden presentar actitudes desde tímidas hasta agresivas, por lo cual es importante crear una relación de confianza entre el niño, el odontopediatra y los padres o acompañantes para promover así, actitudes positivas del paciente hacia la práctica clínica.

No existen fórmulas mágicas en el manejo de la conducta del niño en la relación odontopediatra-niño-padre. Mucho tendrá que ver la experiencia, sensibilidad y humanización de los profesionales y el conocimiento del paciente de lo que se le va a realizar.

¿De qué depende el buen comportamiento del niño (a) en la consulta dental?

Dentro de la primera visita al consultorio, el manejo del niño(a) y su comportamiento dependerá de varios factores como:

  1. Un ambiente agradable de la clínica dental.
  2. La relación del niño con el odontólogo.
  3. La Relación con el personal auxiliar.
  4. Las actitudes de los padres.

Un ambiente agradable en la clínica

El ambiente en la clínica dental comienza desde el aspecto decorativo tanto del consultorio como de la sala de espera. Muchas veces, cuando los padres les dicen a sus hijos que los van a llevar a consulta, los niños lo relacionan con experiencias poco agradables. Situaciones en las cuales por el estado de salud y de malestar generalizado los hacen irritables a la hora de pasar por consideradas experiencias dolorosas al recordar algún tratamiento o vacuna.

Un lugar ambientado con decoración infantil puede disminuir la ansiedad que el paciente experimenta, ya que el niño percibe estímulos de manera visual. Un lugar visualmente agradable hará que los niños quieran estar ahí. Existen clínicas que incluso crean áreas adecuadas y recreativas, separadas del consultorio, en donde pueden integrarse con otros niños. Esto desvía su atención y combate el miedo innato que en un principio pudieron desarrollar. Se debe tomar en cuenta que si el ambiente del consultorio genera estrés, el pequeño no querrá entrar. Un ejemplo de esto sucede cuando escucha a otro niño llorando dentro del consultorio, lo que trae como resultado que no quiera ser el siguiente en entrar. Por esa razón, un ambiente agradable creará confianza en el niño y permitirá disminuir la ansiedad en la espera de la consulta.

La relación del niño con el odontopediatra

Algunos niños van a su primera consulta dental con un miedo adquirido. Otros experimentan el síndrome de la gabacha blanca, que es el temor repentino de ver al doctor. El primer objetivo que debe alcanzar el especialista es darle confianza al niño y hacer agradable ese primer contacto. El odontól​ogo es el principal orientador en el consultorio dental. Debe sentar el ejemplo para todo el personal. Es importante que se mantenga objetivo y conserve su capacidad para evaluar a los niños con exactitud.

Para el manejo exitoso de la conducta del niño se debe establecer una comunicación bilateral. Para ello, el especialista utilizará una voz suave que propicie el acercamiento con el niño y un lenguaje que asegure la absoluta comprensión, el uso de sinónimos de los procedimientos a realizar o incluso de los instrumentos que ocupará, favorecerá a que el niño comprenda lo que se le va a realizar. Esta comunicación permitirá no solamente a que el especialista conozca mejor a su paciente, sino que también pueda lograr que el pequeño se relaje y coopere con el tratamiento.

La relación con el personal auxiliar

El personal que asiste al odontopediatra debe conocer sus deberes y tener clara la estrategia a emplear para garantizar el éxito de la primera consulta, esto incluye todo el adiestramiento necesario tanto para el manejo del equipo y el cuido de su apariencia y trato del niño y su acompañante.

En muchas ocasiones, los auxiliares o asistentes deben realizar una visita guiada dentro del consultorio junto con los pacientes, ya que por ser la primera vez, el niño recibe mucha información nueva, tanto verbal como visual. Explicarle cosas básicas como lo que es un sillón dental ayudará a su integración al consultorio.

Las actitudes de los padres

Los niños son el reflejo tanto de las actitudes como de las conductas que reciben de parte de los padres. Los padres ejercen una profunda influencia sobre la personalidad de los niños. Si un padre habla continuamente del temor que le genera visitar al odontólogo, el niño desarrollará un miedo adquirido sin haber visitado nunca el consultorio dental.

Los padres deben ser el principal apoyo para el profesional de salud, debido a que se encuentran la mayor parte del tiempo en contacto con los niños(a), estimulando desde sus casas un ambiente de confianza o, por lo contrario, creando comentarios negativos que generan temor a la visita dental. Estos motivos hacen más difícil que el paciente infantil tenga un buen comportamiento dentro del consultorio.

Uno de los errores más comunes que cometen los padres es amenazar a los niños con frases como: “Si no te portas bien, le voy a decir al doctor que te ponga una inyección”. Se debe evitar este tipo de comentarios que lo único que consiguen es generar ansiedad en el niño. Es importante realizar un reforzamiento positivo con frases como: “Tú eres muy valiente“, “tendrás una sonrisa muy brillante”, para generar confianza en el niño. Los padres deben explicar a sus hijos que el dentista les ayudará a tener unos dientes sanos y la forma en que ellos realizarán estos procedimientos servirá mucho en una primera consulta.

Todos estos aspectos influirán en el comportamiento del niño, pero es primordial que la comunicación, el entendimiento, la educación y la amabilidad se establezcan entre odontólogo, paciente y padres para poder evitar problemas como la falta de empatía entre los padres y el dentista o el mal comportamiento del niño. Es importante que el padre conozca sobre las técnicas de manejo que se utilizarán con su hijo y de cuáles son los tratamientos que realizarán y por qué. Un padre bien informado es un excelente apoyo para el dentista durante la consulta.

¿A qué edad se deben iniciar los controles de odontopediatría?

En el ISSS, los controles odontológicos comienzan al cumplir el primer año de vida. La primera consulta es de higiene dental. Se realiza una evaluación completa de la cavidad bucal y se orienta a la educación de los padres de familia, como a la persona que cuida al niño.


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