¿Qué es la Viruela del Mono?

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Escrito por:
Dra. Delma de Montalvo. Médico internista
Revisado por:
Dr. Jaime Castro. Jefe de Departamento de Atención en Salud
Publicado:
08-Jun-22 6:00:00 AM
Palabras claves:
simio, mono, viruela
 

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miércoles, 8 de junio de 2022
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jueves, 9 de junio de 2022
No

​​​persona con erupciones en piel

La viruela del mono se descubrió por primera vez en 1958, cuando ocurrieron dos brotes de una enfermedad similar a la viruela en grupos de monos mantenidos para la investigación, de ahí el nombre "viruela del mono". El primer caso humano se registró en 1970 en la República Democrática del Congo, durante un período de intensificación de los esfuerzos para eliminar la viruela. Desde entonces, esta enfermedad ha sido reportada en humanos en otros países de África central y occidental. Se han producido casos de viruela del mono en personas fuera de África relacionados con viajes internacionales o animales importados. 

Generalidades

La viruela del simio es una enfermedad contagiosa y además una zoonosis viral (un virus transmitido a los humanos por los animales) con síntomas similares a los observados en el pasado en pacientes con viruela, aunque clínicamente es menos grave. El agente causante es un virus de ADN de doble cadena envuelto que pertenece al género Orthopoxvirus de la familia Poxviridae.

Con la erradicación de la viruela en 1980 y el posterior cese de la vacunación contra la viruela, se ha convertido en el ortopoxvirus más importante para la salud pública.

La viruela del mono ocurre principalmente en África central y occidental, a menudo en las proximidades de las selvas tropicales, y ha aparecido cada vez más en las zonas urbanas. Los huéspedes animales incluyen una variedad de roedores y primates no humanos. Varias especies animales han sido identificadas como susceptibles a este virus. Esto incluye ardillas de cuerda, ardillas de árbol, ratas gambianas, lirones y otras especies. Pero sigue habiendo incertidumbre sobre la historia natural del virus de la viruela del simio y se necesitan ​más estudios para identificar los reservorios exactos y cómo se mantiene la circulación del virus en la naturaleza.

​Transmisión

El virus de la viruela del mono se puede propagar cuando una persona entra en contacto con el virus de un animal infectado, una persona infectada o materiales contaminados con el virus. 
El virus también puede atravesar la placenta de la madre al feto, ocasionando una viruela del mono congénita o durante el contacto cercano durante y después del nacimiento.

Puede propagarse de los animales a las personas a través de la mordedura o el arañazo de un animal infectado, al manipular animales silvestres o mediante el uso de productos elaborados con animales infectados. El virus también se puede propagar a través del contacto directo con fluidos corporales o llagas de una persona infectada o con materiales que hayan estado en contacto con fluidos corporales o llagas, como ropa o ropa de cama.

Se propaga entre las personas principalmente a través del contacto directo con llagas infecciosas, costras o fluidos corporales. También puede transmitirse por secreciones respiratorias durante el contacto cara a cara prolongado. La viruela del simio se puede propagar durante el contacto íntimo entre personas, incluso durante las relaciones sexuales, así como actividades como besar, abrazar o tocar partes del cuerpo con llagas de la viruela del simio. En este momento, no se sabe si la viruela del simio se puede propagar a través del semen o los fluidos vaginales.

Signos y síntomas

En los seres humanos, los síntomas de la viruela del simio son similares, pero más leves que los síntomas de la viruela.  El período de incubación (tiempo desde la infección hasta los síntomas) de la viruela del mono suele ser de 7 a 14 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días.

La infección se suele dividir en dos periodos:

  • El período de invasión (dura entre 0 y 5 días) caracterizado por fiebre, dolor de cabeza intenso, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de espalda, mialgia (dolores musculares) y falta de energía. La linfadenopatía es una característica distintiva de la viruela del mono en comparación con otras enfermedades que inicialmente pueden parecer similares (varicela, sarampión, viruela)
  • la erupción de la piel por lo general comienza dentro de 1 a 3 días de la aparición de la fiebre. La erupción se distribuye de la siguiente manera:
  • Cara (en el 95% de los casos), y las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos).
  • Mucosas orales (en el 70 % de los casos).
  •  Genitales (30 %).
  •  Conjuntivas (20 %), así como la córnea.
  • La erupción evoluciona secuencialmente de máculas (lesiones con una base plana) a pápulas (lesiones firmes ligeramente elevadas), vesículas (lesiones llenas de líquido claro), pústulas (lesiones llenas de líquido amarillento) y costras que se secan y se caen. El número de lesiones varía de unas pocas a varios miles. En casos severos, las lesiones pueden unirse hasta llegar a desprender grandes secciones de piel.

La viruela del mono suele ser una enfermedad autolimitada con síntomas que duran de 2 a 4 semanas. Los casos graves ocurren con mayor frecuencia entre los niños y están relacionados con el grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la naturaleza de las complicaciones. Las deficiencias inmunitarias subyacentes pueden conducir a peores resultados. 

Aunque la vacunación protegía en el pasado, hoy en día las personas menores de 40 a 50 años (según el país) pueden ser más susceptibles a la viruela del simio debido al cese de las campañas de vacunación contra la viruela en todo el mundo después de la erradicación de la enfermedad.

Las complicaciones de la viruela del simio pueden incluir infecciones secundarias como: bronconeumonía, sepsis, encefalitis e infección de la córnea con la consiguiente pérdida de visión. No se conoce el grado en el que puede aparecer una infección asintomática.​

Históricamente, la tasa de mortalidad de la viruela del simio ha oscilado entre 0 y 11 % en la población general y ha sido mayor entre los niños pequeños. ​​

Diagnóstico

El diagnóstico se fundamente en el cuadro clínico, es decir, ​​se basa en el antecedente de contacto con casos positivos o posibles animales contaminados, sumado a eso la historia clínica de fiebre, malestar general y las lesiones de la piel. Deben descartarse otras enfermedades exantemáticas como: varicela, infecciones cutáneas bacterianas, sarna, sífilis, reacciones alérgicas a medicamentos.

La confirmación del diagnóstico de la viruela símica depende del tipo y la calidad de la muestra y del tipo de prueba de laboratorio. Las muestras de diagnóstico óptimas para la viruela del simio son las lesiones de la piel: el líquido de las vesículas y pústulas, y las costras secas. Cuando sea factible, la biopsia es una opción.

Tratamiento

El tratamiento consiste en:

  • Aliviar síntomas
  • Controlar complicaciones
  • Prevenir secuelas a largo plazo
 Las infecciones bacterianas secundarias deben tratarse con antibióticos prescritos por un médico.

Un agente antiviral conocido como tecovirimat que se desarrolló para la viruela fue autorizado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para la viruela del simio en 2018. Sin embargo, no se probó en personas enfermas de viruela, por lo que aún no se sabe si es un medicamento eficaz. El medicamento no está ampliamente disponible. Se siguen estudiando otros medicamentos antivirales.

Muchas personas infectadas con el virus de la viruela del simio tienen un curso de enfermedad leve y autolimitado en ausencia de una terapia específica.  El pronóstico de la viruela símica depende de múltiples factores, como el estado de vacunación anterior, el estado de salud inicial, enfermedades presentes y comorbilidades, entre otros.

Personas con alto riesgo de desarrollar enfermedad grave se consideran:
  • Personas con inmunodepresión (p. ej., infección por el virus de la inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida, leucemia, linfoma, malignidad generalizada, trasplante de órganos sólidos, pacientes en quimioterapia, corticosteroides en dosis altas, receptor con trasplante de células madre hematopoyéticas, o enfermedad autoinmune.​
  • Niños/niñas menores de 8 años.
  • Mujeres embarazadas o lactantes.
  • Personas con una o más complicaciones (ej., infección cutánea bacteriana secundaria; gastroenteritis con náuseas/vómitos intensos, diarrea o deshidratación; bronconeumonía; enfermedad concurrente u otras comorbilidades).

​Vacunación

Varios estudios de observación demostraron que la vacunación contra la viruela tiene una eficacia de alrededor del 85% en la prevención de la viruela del simio. Por lo tanto, la vacunación previa contra la viruela puede resultar en una enfermedad más leve. La evidencia de vacunación previa contra la viruela generalmente se puede encontrar como una cicatriz en la parte superior del brazo. En la actualidad, las vacunas contra la viruela originales (primera generación) ya no están disponibles para el público en general. ​

En 2019, se aprobó una vacuna aún más nueva basada en un virus vaccinia atenuado modificado (cepa Ankara) para la prevención de la viruela del simio. Se trata de una vacuna de dos dosis cuya disponibilidad sigue siendo limitada.

Referencias:

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¿Qué es la Viruela del Mono?