Aprendiendo sobre la tuberculosis

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¿Qué es la tuberculosis?

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que por lo general, ataca los pulmones, aunque también puede afectar otras partes del cuerpo como los riñones, el cerebro o la columna vertebral. Se transmite de persona a persona a través del aire, por las gotitas de saliva, flema o secreciones nasales (mocos), contaminadas con bacterias que el contagiado expulsa al respirar, hablar o toser.

Según datos del Ministerio de Salud, en El Salvador para el año 2015, se reportaron 2,452 casos de personas con tuberculosis, de las cuales 42 fallecieron por consecuencia de la enfermedad.

Es importante mencionar que no toda persona que se contagia adquiere la afección, por lo que la tuberculosis puede estar presente de la manera siguiente:

Tuberculosis latente y la enfermedad de tuberculosis (activa)

Una de las formas de contagiarse de tuberculosis es conviviendo con la persona enferma durante mucho tiempo. Sin embargo, dependerá de las condiciones del sistema de defensa de cada individuo, si la enfermedad se desarrolla o no. Es por esta razón que la tuberculosis puede estar presente en dos estados diferentes: latente y activa (enfermedad de tuberculosis).

La infección de tuberculosis es latente cuando las bacterias que la producen viven en el cuerpo de una persona infectada, pero nunca desarrolla la enfermedad. En este caso, depende de la capacidad del sistema inmunológico de cada individuo, el combatir y evitar que los microbios de tuberculosis se multipliquen. Gracias a ello, la enfermedad no se desarrolla, permanece latente e inactiva durante toda la vida.

La enfermedad de tuberculosis (activa) se da cuando las bacterias se multiplican, entran en acción y provocan la enfermedad. En este caso, el sistema inmunitario no puede evitar, ni detener, el aumento de microbios de tuberculosis, con el consiguiente desarrollo de la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas?

• Tos por 15 días con esputo (flema que sale desde el fondo de los pulmones) o sangre.
• Calentura y sudoración por las noches.
• Cansancio y decaimiento.
• Pérdida de peso.
• Falta de apetito.

Pruebas para diagnosticar tuberculosis

Si se presenta alguno de los síntomas anteriores, se debe acudir al establecimiento de salud más cercano, para que un profesional le examine y ordene los siguientes exámenes:

Examen de flema

Conocido como baciloscopia, se usa para determinar la presencia de tuberculosis y poder seleccionar los medicamentos adecuados para su tratamiento. Se examinan 3 muestras de flema las cuales se recolectan así:

• La primera muestra se toma al momento que el profesional de salud indica el examen.
• La segunda debe recolectarse el siguiente día, inmediatamente al levantarse y antes de ingerir alimentos. Una vez tomada, debe llevarse al establecimiento de salud.
• La tercera se realiza al momento de entregar la segunda muestra en el establecimiento de salud.

 

La tuberculina o prueba cutánea “Derivado Proteico Purificado” PPD (por sus siglas en inglés)

Por lo general, se usa en niños y adultos a los que no se les pudo realizar la baciloscopia. Durante esta prueba, el médico inyecta tuberculina (extracto de Mycobacterium tuberculosis) bajo la piel del antebrazo y revisará su estado dos días después. Si en el la zona inyectada aparece un bulto que cumple con los tamaños estándares establecidos, indica que la persona podría estar infectada con tuberculosis. En ocasiones, la prueba puede dar un resultado negativo falso si el sujeto se ha infectado recientemente.

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Pruebas de imagen

Dado que esta enfermedad ataca principalmente los pulmones, el médico probablemente quiera revisar el estado de estos por medio de una radiografía. Si el doctor espera que la tuberculosis haya infectado un área del cuerpo más allá de los pulmones, puede solicitar también otras pruebas adicionales.

 

¿Quiénes son los más vulnerables a contraer esta enfermedad?

La tuberculosis puede afectar a cualquiera, pero existen condiciones que pueden favorecer su contagio entre:

• Personas que tienen su sistema de defensa (inmunológico) debilitado.
• Familiares y otras personas que tengan contacto cercano con alguien infectado, como por ejemplo los compañeros de trabajo.
• Personas  con diabetes, enfermos renales y aquellos que padecen algún tipo de cáncer.
• Trabajadores de la salud que traten a personas con tuberculosis.
• Niños, adultos mayores y personas que sufran de desnutrición grave.
• Personas que viven o trabajan en instalaciones hacinadas, como cárceles, asilos, dormitorios municipales, etc.
• Personas viviendo con VIH/SIDA.

¿Cómo se cura la tuberculosis?

La tuberculosis se cura si el enfermo recibe tratamiento y termina todos sus medicamentos según lo indicado. Si abandona el tratamiento, puede volver a enfermarse y las bacterias que todavía estén vivas serán más resistentes a esos medicamentos y complicarán más el estado de salud del infectado.

Para que el tratamiento sea efectivo se tiene que tomar en cuenta que:

• Se debe informar al enfermo, su grupo familiar y social (amigos, compañeros de trabajo o estudio, etc.), sobre la enfermedad, la necesidad de cumplir el tratamiento y de realizarse las pruebas para saber si han sido infectados.
• El tratamiento debe ser totalmente supervisado en cada una de sus dosis por personal de salud.
• Las dosis diarias de medicamentos deben ser administradas de una sola vez y no en forma fraccionada.
• No se debe omitir ninguna dosis. El tratamiento es largo pero si se cumple, el enfermo quedará completamente curado.
• Se debe evitar fumar e ingerir bebidas alcohólicas mientras dure el tratamiento.

Además de las acciones antes mencionadas es muy importante tomar en cuenta lo siguiente:

¿Cómo evitar la transmisión de la enfermedad?

La tuberculosis es una enfermedad altamente contagiosa. Sin embargo, se puede minimizar la posibilidad de transmisión, si se siguen estas medidas:

• No se debe abandonar el tratamiento ya que podría contagiar de tuberculosis a sus familiares y amigos.
• Quédese en casa hasta que su médico le indique que puede volver al trabajo o a la escuela.
• Cúbrase boca y nariz. Esta enfermedad es bastante contagiosa y lo seguirá siendo las primeras semanas de tratamiento, al toser, estornudar e incluso cuando ría, cante o hable.
• No comparta la habitación, las personas que permanecen cerca de usted tienen el riesgo de contagiarse durante las primeras semanas de tratamiento.
• Abra las ventanas para asegurar una buena ventilación en su hogar, de ser posible coloque un ventilador en dirección hacia la ventana para sacar de su hogar el aire lleno de bacterias y que permita la entrada de aire fresco. Esto reduce la cantidad de bacterias de tuberculosis en la habitación y disminuye la probabilidad de que otros respiren ese aire.
• Tire a la basura los pañuelos, tapabocas, servilletas y cualquier material que este en contacto con la saliva, flema o secreciones nasales de la persona enferma en una bolsa sellada.

"Recuerde que el tratamiento de uno es la prevención de todos".

Bibliografía​

• MINSAL. Situación epidemiológica de la tuberculosis en El Salvador. Año 2015. Programa nacional de tuberculosis y enfermedades respiratorias. Ministerio de Salud. El Salvador.
• MINSAL. Norma nacional para la prevención y control de la tuberculosis. 2015. Ministerio de Salud. El Salvador.