La importancia de la escucha para los trabajadores en salud

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Escrito por:
Lic. Rene Alejandro Zelaya – Educador en salud
Revisado por:
Dra. María Eugenia Machón. Médico familiar
Publicado:
05-Jul-17 6:00:00 AM
Palabras claves:
Escuchar, trabajadores, salud, comunicación
 

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domingo, 17 de diciembre de 2017
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miércoles, 9 de mayo de 2018
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La escucha activa es un aspecto medular en la comunicación eficaz que se refiere a la habilidad de escuchar no solo las palabras de la persona, sino también centrarse en los sentimientos, ideas y emociones que subyacen a quien está expresándose.

Una de las actividades que tiene gran impacto en el estado emocional del individuo es poder tener la acción de exteriorizar sus emociones, sentimientos e incomodidades. Pero para esto es necesario contar con alguien que esté dispuesto a escucharlo.

En nuestros días la vida esta tan acelerada que casi nunca se da ese espacio donde las personas se sientan satisfechas porque alguien dedicó un tiempo para poner atención a las cosas que se desean comunicar.

Pero ¿qué es escuchar?, ¿cómo se debe escuchar?, ¿qué importancia estriba en saber escuchar?, etc. Estas y otras preguntas son motivo de reflexión, para analizar cuál es la verdadera escucha y cómo puede ser de impacto en la vida de las personas que acuden a los centros de salud, en la mayoría de los casos no para que se les dé un medicamento, si no para que alguien les oiga un momento y así poder exteriorizar sus sentimientos e ideas.

La escucha activa:

No es lo mismo oír que escuchar, oír supone percibir un sonido determinado al pasar por algún lugar, por ejemplo: si vamos pasando por una fábrica oír un silbato, al transitar en un autobús, el ruido del motor, etc. Escuchar supone el poner atención a ese sonido y hacer un análisis, como por ejemplo escuchar una melodía, una charla preventiva, etc.

Entonces la escucha activa es un aspecto medular en la comunicación eficaz que se refiere a la habilidad de escuchar no solo las palabras de la persona, sino también centrarse en los sentimientos, ideas y emociones que subyacen al que está expresándose. La escucha activa significa oir y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla.

Un punto importante es el conocer que para escuchar se debe evitar:

  • Estar ansioso: la ansiedad no permitirá que se esté pendiente totalmente en lo que la otra habla. El que una persona esté observando para todos lados es señal de ansiedad.
  • Mostrar desinterés: cuando el que oye deja de poner interés o atención al que habla se pierde la efectividad de la escucha.
  • Hacer juicios precoces: El imponer inmediatamente las propias ideas y decir lo que es justo y lo que no lo es. Es propio de quien dirige su mirada inmediatamente a normas o esquemas personales, a sus ideas religiosas, políticas, éticas, etc.
  • La pasividad: Experimentado por aquellos que tienden a dar siempre la razón a la persona que está escuchando por el hecho de quedar bien con el otro, faltos por tanto de una capacidad de intervención interactiva en el momento oportuno.
  • Tratar de anteponer mis ideas: la escucha no es un debate, acá, es el tomar nota de las ideas y sentimientos que el otro expresa.
  • Realizar otras actividades mientras escucho.

Escuchar activamente trae beneficios a la salud

  • Reduce la tensión: Al comunicar nuestras dificultades a otras personas nos sirve para conocer que estamos siendo tomados en cuenta, esto genera una liberación de la tensión que se posee, producida en el sistema nervioso por la preocupación.
  • Se estimula el habla: al mantener un dialogo entre 2 personas, se van articulando las palabras, el cerebro está enviando las ordenes a la boca para así exteriorizar las ideas.
  • Se liberan preocupaciones en el sistema nervioso: esto es muy importante ya que en no controlar las emociones lleva a tener enfermedades como la gastritis, hipertensión arterial, diabetes, etc.
  • Se reduce el riesgo de adquirir estrés y depresión: al comunicar los sentimientos, ideas y emociones que nos dan tristeza, estamos evitando que se acumulen en el sistema nervioso, para que posteriormente no se desarrolle ya sea el estrés y al final la depresión.

Consejos para desarrollar tu escucha activa

  • Resiste la tentación de dar consejos: Esto es crucial en las personas, ya que nuestra actitud está muy enfocada a la resolución de conflictos. La mayoría de las personas cuando desean ser escuchadas lo menos que esperan es que se les de consejos. Los consejos están basados en un contexto que no tiene por qué ser el nuestro. Además, cuando alguien aconseja de esta forma suele ser porque desea hablar de sí mismo en lugar de escuchar. La mayoría preferimos encontrar nuestras propias soluciones y tan sólo necesitamos a alguien que nos escuche y nos ayude a descubrirlas. Si de todas formas crees que tienes una idea absolutamente genial, lo más aconsejable es pedir permiso a tu interlocutor: “¿Te gustaría escuchar mis opiniones al respecto?”
  • Interrumpe solo cuando sea necesario: Este aspecto es bastante difícil. En la mayoría de conversaciones la gente se interrumpe constantemente (o se grita, véase los programas de debate). Cuando alguien interrumpe está mandando los siguientes mensajes: 

    • Lo que tengo que decir es más importante que lo tuyo. 
    • Esto no es una conversación, es una discusión y quiero ganarla. 
    • No me apetece escuchar los detalles de tu opinión. 

Cuando se ejerza la escucha activa deja que sea tu interlocutor el que guíe la conversación hacia donde él desee. Evita hacer preguntas o sugerencias que puedan interrumpir y conducir hacia otros temas, como por ejemplo “Quizás deberías tener en cuenta también…” o “Esto me recuerda a cuando…”

  • Refiere solo los detalles recurrentes: En general somos malos recordando detalles de conversaciones anteriores. Sin embargo, si te acuerdas de alguno y eres capaz de mencionarlo durante la conversación, por pequeño que sea, lograrás un efecto muy interesante. 
  • Refleja sus sentimientos para que se abrá emocionalmente: Ganarse la confianza de las personas no es tarea fácil, y eso es medular para que la escucha activa sea un éxito, pero como se gana la confianza de las personas, dejando que sean ellas mismas y no dirigiendo la conversación a nuestro favor, si no a favor del que necesita ser escuchado.

  • Respeta los silencios: Una de las claves de la escucha activa es sentirte cómodo con los silencios. Los silencios dan tiempo a las personas a pensar y encontrar las palabras más precisas, así que no les niegues ese derecho. Por otro lado el silencio es especialmente útil en situaciones tensas porque ayuda a calmar la situación, y eso es imprescindible para que alguien deje de actuar de forma emocional y empiece a comportarse de forma más racional.  

Un elemento esencial en el arte de la escucha activa es la empatía, aquella capacidad de entender los pensamientos y emociones de los demás o el arte de colocarse en lugar de los demás y compartir sus sentimientos.

La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando. Las personas con mayor capacidad de empatía son las que mejor interpretan cómo se sienten las demás.

Técnicas para ejercitar la escucha

  • Elige una persona con la que harás el ejercicio: puede ser tú pareja, tu hijo, tu padre o madre, en fin una persona con la que puedas conversar, algún compañero de trabajo.
  • Encuentra un lugar agradable para desarrollar la conversación: este lugar debe tener las condiciones óptimas, sin ruido, sin interferencias de cualquier índole, con un olor agradable, es decir un ambiente favorable, y de confianza. Se puede compartir algún refrigerio.
  • Busca un temporizador o un reloj, con el que se medirá el tiempo del ejercicio.
  • Los dos se sientan uno frente del otro en una posición muy cómoda y se observan uno a al otro.
  • Uno de los dos comentará lo que siente sobre alguna dificultad o problema, incluso se puede tomar un tema de actualidad, algún discurso emotivo que les haya llamado la atención, etc. Cada uno tendrá un tiempo de 15 minutos, en este tiempo el otro permanecerá en silencio pero observando al que habla, evitará todo tipo de distracción, etc. Y al finalizar será el turno del otro.
  • Durante el ejercicio además de poner atención a lo que el otro comenta, se tomará en cuenta los gestos, los ademanes y la posición que adopte el que habla.
  • Al finalizar el tiempo de los dos cada uno comentará cómo sintió el ejercicio.

Escuchar activamente no es fácil. Existen numerosos impedimentos que dificultan el ejercicio de una escucha activa. Pero UN POCO DE ATENCIÓN PUEDE HACER LA DIFERENCIA.

 


La importancia de la escucha para los trabajadores en salud