Estrategia y plan de acción sobre la salud urbana en las Américas

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Escrito por:
Dr. Ignacio Paniagua. Médico internista.
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Publicado:
02-Dec-16 6:00:00 AM
Palabras claves:
Salud urbana, pobreza, salud, determinantes sociales
 

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sábado, 16 de diciembre de 2017
101
miércoles, 9 de mayo de 2018
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Integración de los documentos de referencia para la Estrategia y plan de acción sobre la salud urbana en las Américas. 51 Consejo directivo de la OPS. (Resumido por Dr. Ignacio Paniagua)

¿Qué es salud urbana?

Es el estudio e identificación de los efectos de la determinación social en la salud de la población que vive en las áreas urbanas, con el fin de generar información y conocimiento para la toma de decisiones y establecer políticas públicas intersectoriales y participativas, implementadas con procesos integrados e integrales de promoción y prevención de la salud, para ser ejecutados en forma transdisciplinaria por todos los actores responsables de la construcción de un buen vivir saludable.

Situación Actual

Oportunidades y retos de la Urbanización

La urbanización puede tener muchos beneficios así como consecuencias adversas para la salud y el bienestar humano.

Para el 2030, tres quintas partes de la población mundial vivirán en zonas urbanas. El ambiente de las ciudades brinda muchas oportunidades de configurar el crecimiento económico, mitigar la pobreza, estabilizar la población, crear sostenibilidad ambiental, reducir las desigualdades y, en último término, apoyar el ejercicio de los derechos humanos a escala mundial. La infraestructura urbana afecta al estado de salud de la población y puede facilitar el acceso a servicios públicos como el agua potable, el saneamiento, la electricidad, el transporte, la educación, los servicios sanitarios, las comunicaciones y los espacios públicos para la recreación y el deporte.

Retos

“Muchos de los problemas que genera la pobreza urbana tienen sus raíces en una complejidad de restricciones de recursos y capacidad, en políticas gubernamentales inadecuadas tanto en los niveles central como local, y en la falta de planificación del crecimiento y la gestión de las ciudades…”

De persistir las tendencias actuales, en el futuro las desigualdades alcanzarán magnitudes nunca vistas. Si se comparan con los países industrializados, la mayor parte de los habitantes de las zonas urbanas son cada vez más pobres. Se prevé que este cambio urbano futuro se caracterizará por un mayor movimiento de las poblaciones hacia los centros urbanos; los barrios pobres albergarán a una mayor proporción de la población más pobre del mundo; y las ciudades se expandirán, lo que tendrá una repercusión considerable en el medio ambiente y la salud humana.

El nuevo reto para la salud

Muchos factores explican por qué la urbanización es el gran reto que enfrenta la salud pública en este siglo. En la Región de las Américas, más de 70% de la población vive en zonas urbanas y la mayor parte del crecimiento poblacional se registra en las ciudades. Además, la urbanización no planificada es un importante motivo de preocupación para ciertas poblaciones vulnerables y está creando una crisis humanitaria. Por citar un ejemplo, entre 43% y 78% de los habitantes de las zonas urbanas viven en barrio pobres sin servicios públicos básicos como agua y saneamiento, eliminación de desechos, transporte, electricidad, atención sanitaria y educación, y no tienen ninguna protección frente a la alta incidencia de las enfermedades transmisibles, la pobreza, la violencia y la mortalidad.

Entre las causas, el crecimiento urbano no planificado e insostenible ejerce presión sobre los servicios básicos, lo cual dificulta a los gobiernos la tarea de atender las necesidades de una población diversa que presenta comportamientos y dinámicas diferentes. Además, la planificación orientada al crecimiento del producto interno bruto (PIB), en lugar de al bienestar de las personas, ha dado lugar a que se dé preferencia a los automóviles sobre las personas y a un desarrollo mayor sobre la protección de los recursos naturales, y al malgasto de la energía. El crecimiento urbano no planificado conlleva varios riesgos como aquellos relacionados con los factores ambientales, sociales y epidemiológicos y los desastres, así como condiciones que afectan la seguridad de la población

Las consecuencias del crecimiento de la población y de la urbanización sin planificación ni control han ampliado la brecha social dentro de las ciudades y dado lugar a importantes cinturones de pobreza y barrios pobres debido a la falta de oportunidades laborales, vivienda, seguridad y protección del medio ambiente. Dos terceras partes de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza en América Latina y el Caribe residen en comunidades urbanas y periurbanas.

Por otro lado, la urbanización acelerada ha generado hacinamiento, lo que a su vez ha dado origen a asentamientos informales e inseguros, así como a la falta de servicios básicos de salud y saneamiento, debido a obstáculos que impiden ofrecer una infraestructura adecuada y servicios esenciales.

La urbanización acelerada, no planificada e insostenible también repercute de manera importante sobre la salud. Las condiciones de los entornos urbanos pueden exacerbar la prevalencia de una variedad de enfermedades infecciosas transmitidas por vectores e incluso de las enfermedades desatendidas.

En la región, la razón de la mortalidad infantil entre el 20% de los más pobres y el 20% de los más ricos es de 6 a 1 en las ciudades. Las enfermedades crónicas no transmisibles representan 74% de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) perdidos y la obesidad en los centros urbanos va en aumento, siendo particularmente alarmante el aumento sin precedentes de la obesidad en la niñez. En el reciente informe mundial de la OMS acerca de la situación mundial de las enfermedades no transmisibles en 2010 se reitera que la urbanización no planificada está vinculada con un riesgo mayor de exposición a contaminantes atmosféricos, carencia de servicios básicos, modos de vida más sedentarios, alimentación malsana y un grado menor de actividad física, lo que favorece las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y otras enfermedades no transmisibles, que afectan en mayor medida a los pobres y ancianos de las ciudades.

Son tres los principales factores que contribuyen a la carga de morbilidad en la Región: la violencia, el consumo nocivo de alcohol y el tabaquismo. La violencia se concentra en las ciudades, a menudo en las zonas más pobres y marginadas.

El consumo de alcohol representa una carga de morbilidad importante y sobrepasa los cálculos mundiales: en el 2002, el 5,4% de todas las defunciones y el 10% de todos los AVAD se atribuyeron al consumo de alcohol.

Los traumatismos por accidentes de tránsito son la causa de 142.000 defunciones y unos 5 millones de traumatismos al año en la Región de las Américas. Las tasas de mortalidad por accidentes de tránsito ajustadas por edad varían ampliamente de un país a otro, desde 4,3 hasta 21,8 por 100.000 habitantes.

Compartiendo responsabilidades

No obstante, hay muchas posibilidades de revertir estas tendencias, tal como lo han demostrado muchos ayuntamientos, organizaciones no gubernamentales y empresas privadas de la Región que están ejecutando nuevas políticas y programas para lograr mejores modelos de  urbanización, los cuales pueden servir de ejemplo para el mundo. Si el sector sanitario puede pensar y actuar con visión de futuro para predecir estas tendencias y movilizarse junto con otros segmentos de los sectores público y privado y la sociedad civil, estas predicciones pueden revertirse.

Reconociendo que el logro de la salud urbana es un esfuerzo multisectorial que requiere de una acción concertada para promover la actividad física; diseñar opciones de transporte público seguro, eficaz y accesibles; prevenir y reducir los traumatismos; reducir el consumo nocivo de alcohol; y abordar las necesidades específicas de accesibilidad y bienestar de los grupos más vulnerables, entre otros, los niños, los adultos mayores y las personas con necesidades especiales; Las acciones intersectoriales requeridas para afrontar estos riesgos.

Propuesta

La finalidad de la estrategia y plan de acción sobre la salud urbana es prestar apoyo a los ministerios de salud para que: 

a) Fortalezcan su función de rectoría en la promoción de la salud considerando los efectos de la urbanización;

b) Adapten los servicios de salud para que atiendan las necesidades específicas de las poblaciones urbanas;

c) Fortalezcan la capacidad institucional para poner en práctica un sistema de salud urbana; y

d) propugnen por alcanzar una meta común y la responsabilidad compartida.

(a) Asunción de la rectoría para promover la salud: proporcionar al personal de salud, a las autoridades de la ciudad y a los colaboradores fundamentales de otros sectores las guías y las herramientas que necesiten para reforzar sus actividades de promoción de la salud y el bienestar en todo el gradiente social:

  • Revitalizar la participación de las autoridades locales y las aportaciones de las ciudades en el análisis de las condiciones locales de salud y la respuesta frente a ellas mediante métodos intersectoriales y participativos.
  • Apoyar la solidaridad, las alianzas, el intercambio de conocimientos y la identificación de liderazgo y oportunidades en las ciudades mediante el fortalecimiento de las redes de municipios y ciudades saludables en la Región.
  • Actualizar y adaptar las directrices y los instrumentos actuales en materia de municipios saludables, planificación y presupuestación participativas dirigidos a los alcaldes, y elaborar otros para apoyar sus capacidades intersectoriales.
  • Abordar la salud y la equidad en salud en las políticas de otros sectores (Salud y equidad en salud en todas las políticas).
  • Proporcionar orientación sobre las prioridades de salud que deben abordarse y directrices para la planificación y adopción de medidas urbanas sustentadas en la salud pública que emprenderán otros sectores.

(b) Adaptación de los servicios de salud: adaptarlos para que respondan a las necesidades dinámicas y específicas de las diversas poblaciones urbanas: 

Reorientación de los servicios sanitraios a salud urbana 

Los países ahora tendrán la responsabilidad de adoptar directrices, herramientas y métodos a fin de promover la participación social y la reorientación de los servicios sanitarios; ajustar los sistemas de vigilancia para incluir determinantes e indicadores relacionados con la salud urbana y documentar procesos y experiencias vinculados a la salud urbana; promover proyectos específicos de promoción de la salud y desarrollo sostenible que fomenten la participación social, la acción intersectorial y el acceso a infraestructura, saneamiento, educación y servicios sanitarios, así como a los subsidios sociales; y de notificar cada dos años sobre el progreso que han alcanzado.

Identificación de cambios relacionados con el diseño y la organización de los servicios de salud y, en especial, de la atención primaria de salud en el contexto urbano, mediante la utilización de criterios que van más allá de una distribución geográfica de dichos servicios. Para ello, se deben reconocer las barreras que entorpecen la labor de los ministerios de salud y las capacidades con las que cuentan para efectuar la reorientación de los servicios de salud a fin de adaptarlos a la dinámica poblacional, social y económica de las ciudades, de modo que los servicios se acerquen más a los usuarios y logren una cobertura adecuada.

  • Aplicar la estrategia de atención primaria de salud de una forma innovadora para mejorar el acceso por parte de los diferentes grupos de la población urbana.
  • Ir a donde están las personas, considerando las necesidades específicas de las familias trabajadoras que se desplazan y que suelen tener pocas opciones de transporte.
  • Abordar la cuestión de las familias que han migrado recientemente y de las poblaciones indígenas, así como los obstáculos y las dificultades que afrontan para obtener acceso a servicios de salud adecuados.
  • Considerar el tamaño de las poblaciones que trabajan en los sectores formales e informales de la economía.

  • Considerar los riesgos diferenciales que se afrontan en la vida cotidiana, incluidas las drogas, la violencia y los comportamientos sexuales.
  • Incluir la protección social para toda la población, sobre todo para las personas más vulnerables, teniendo en cuenta el enfoque de género, la situación socioeconómica, la situación migratoria y la raza o el grupo étnico.

Objetivo General

El objetivo general del plan de acción es fortalecer la capacidad institucional y la función de rectoría d los ministerios de salud en cuanto a la abogacía de un crecimiento urbano sostenible que coloque a los seres humanos y las comunidades en el centro de los objetivos de planificación. Procura hacer frente de manera eficaz a las inequidades de salud, atender las necesidades y aprovechar los recursos de toda la gama de grupos urbanos mediante políticas, programas y servicios dirigidos a las familias y comunidades que viven y trabajan en los entornos urbanos. Para ello, se requiere que las autoridades de salud pública coordinen su trabajo con los demás sectores, los profesionales y las instituciones directamente vinculadas a la planificación y la gobernanza de los asuntos de desarrollo urbano.

Objetivos Específicos

El plan abarca 10 años, del 2012 al 2021, y considera cinco objetivos específicos y actividades conexas que ayudarán a los países a mejorar la salud de las poblaciones urbanas y a responsabilizarse de los resultados de las políticas y los programas nacionales y urbanos relacionados; asimismo, ayudará a la Oficina a adecuar sus programas y prestar apoyo a los países en la ejecución de estas iniciativas.

  • Objetivo específico 1: Elaborar políticas de salud urbana.
  • Objetivo específico 2: Adaptar los servicios de salud urbana para promover la salud y mejorar la cobertura.
  • Objetivo específico 3: Crear marcos normativos que fomenten la salud y estrategias de gobernanza participativas.
  • Objetivo específico 4: Ampliar las redes nacionales y regionales para el desarrollo urbano saludable.
  • Objetivo específico 5: Fortalecer el conocimiento, la capacidad y la concientización para responder a los nuevos retos de salud urbana.

Resultados Esperados

Los países habrán:

  • Adaptado su sistema de salud de modo que aborde las necesidades de salud de la población urbana y tenga en cuenta la movilidad, el género, el grupo étnico, la diversidad cultural y la equidad.
  • Adaptado sus programas para que aborden el gradiente social.
  • Adoptado un método coherente de promoción de la salud que incluya todos los aspectos de gobierno dentro de sus ciudades.
  • Realizado mejoras considerables en cuanto a la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para mejorar y mantener su salud y bienestar.

(c) Aumento de la capacidad y formulación de políticas: concebir políticas e intervenciones, fundamentar las decisiones basadas en datos probatorios y mejorar las capacidades humanas y financieras.

(d) Abogar por una meta común y responsabilidad compartida: con los gobiernos locales y nacionales, la comunidad académica, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil en relación con la salud y el bienestar equitativos de la población urbana.

En conclusión, el actual modelo de atención necesita responder en mejor forma a los cambios socio-económicos radicales, más palpables, pero no exclusivos en el entorno URBANO, tales como: la migración, la violencia social, el cambio climático, entre otros más; aplicando nuevos métodos y nuevas tecnologías, principalmente las de la información y comunicación. Es necesario emplear un abordaje más holístico de la salud utilizando soluciones integrales y sostenibles valiéndonos de la participación y de la  intersectorialidad. El Sector Salud deberá ejercer la rectoría y efectuar su propia reorientación de los servicios de salud a fin de adaptarlos a la dinámica poblacional, social y económica de las ciudades.

Encuentra el documento completo en el siguiente enlace: 

Integracion de los documentos de referencia para la Estrategia y plan de acción sobre la salud urbana en las Américas

Preguntas Generadoras

1. ¿Cómo desarrollar iniciativas intersectoriales relevantes para modificar los determinantes de la salud en ámbitos urbanos?

2. ¿Cuál sería el papel del Ministerio de Salud en la planificación anticipatoria hacia un futuro saludable de las ciudades?

3. ¿Qué cambios o adaptaciones habrá que hacer en el actual modelo de atención?


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