Retos y bondades de la educación no presencial en salud

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Escrito por:
Dr.  Vicente Artola, Departamento de investigación y docencia ISSS
Revisado por:
Publicado:
03-Apr-17 6:00:00 AM
Palabras claves:
Aprendizaje, participación, planificación, contacto
 

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domingo, 17 de diciembre de 2017
107
miércoles, 9 de mayo de 2018
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La educación a distancia data desde el siglo XX (Greenway & Vanourek, 2006) como una estrategia para poder llevar el aprendizaje a poblaciones que no tenían acceso a esta por problemas de distancia, accesibilidad, transporte, espacios físicos suficientes y recursos económicos, entre otros. Esta educación no presencial, o a distancia, se ha caracterizado por la utilización de estrategias y corrientes educativas del momento ─ constructivismo, conductismo, cognitivismo, ecológico social ─ y ha tenido etapas las cuales han correspondido a la tecnología vigente hasta el momento; es así como esta se inició con la utilización de telegramas e información llevada a través del servicio postal ─ correspondencia ─; a través de audios y videos reproducibles en casa ─ multimedia ─; a través de dispositivos de comunicación y transferencia de datos ─ telemática (García, 1999)─; hasta llegar a la educación virtual a en la década de los 70. El estudio en ramas de la salud, ha presentado desafíos muy propios de  la cultura de enseñanza latinoamericana que pueden afectar el proceso de aprendizaje en personal de la salud, tales como,jornadas nocturnas, horas de trabajo semanales, alta carga de trabajo, períodos de ausencia para cubrir áreas críticas y el estrés de estar tratando con vidas humanas, no siendo El Salvador la excepción. Las TIC’s (Tecnologías de la información, la comunicación y el conocimiento) no deben ser el fin sino el medio e instrumento para que una estrategia tecnológica sea exitosa; de la misma forma, el logro de la virtualización de la educación ─ ya sea en salud o en otras áreas─ no depende de la simple utilización de la tecnología sino de la utilización de buenas prácticas de enseñanza. A continuación describiré 7 principios de buenas prácticas educativas (Chikering & Gamson, 1991) que pueden abonar a maximizar el proceso de aprendizaje en áreas de formación de la salud.

1. Participación Activa

Las diferentes corrientes educativas se han ido moldeando para crear espacios de aprendizaje en los cuales los docentes o profesores se convierten en facilitadores que propician entornos de aprendizaje para que los estudiantes sean los constructores de su propio conocimiento.

La participación activa invita a que se dé un cambio de lecturas magistrales o la colocación de materiales extensos de lectura por entornos de aprendizaje donde los participantes generen su propio conocimiento realizando discusión de casos reales ─ aprendizaje basado en retos (Monterrey, 2015)─, debates, discusiones grupales, elaboración de ejercicios estructurados, evaluación de críticas por pares, entre otros.

2. Realimentación inmediata

La utilización de TIC’s le puede permitir al participante conocer los resultados de actividades evaluadas de forma inmediata y las áreas de mejora, siempre y cuando el facilitador así lo programe.

Las actividades para las cuales puede aplicar este principio son los ejercicios, exámenes, guías prácticas, cuestionarios autocalificados. Una evaluación con realimentación oportuna favorece a que el participante conozca sus puntos de mejora y da la información certera para que este error no vuelva a suceder.

La utilización de TIC’s le puede permitir al participante conocer los resultados de actividades evaluadas de forma inmediata y las áreas de mejora, siempre y cuando el facilitador así lo programe.

3. Creación de Altas Expectativa

Visualiza alto y llegarás alto. Cuando en un ambiente de aprendizaje se generan metas grandes y realizables, que generen reto, se motivará al participante a esforzarse más y a dar el paso cualitativo de de construir nuevos conocimientos que potencien competencias.

Este principio se materializa al crear de objetivos que impliquen la utilización de competencias a desarrollar para la resolución de problemas de relevancia para la institución o empresa donde se desempeñan, presentación de proyectos, elaboración de planes de trabajo, elaboración de investigaciones. Para que estos proyectos sean realmente motivantes, deben de ser considerados por las autoridades para su ejecución, en caso de ser viables, y evitar que sean únicamente un conjunto de papeles o información que quede "engavetada". Se debe tomar en cuenta que a esta visión es necesario dotarle una dosis de acción porque “Una visión sin acción no pasa de un sueño. Acción sin visión sólo es un pasatiempo. Pero una visión con acción puede cambiar el mundo” (Joel Barker).

4. Aprendizaje Colaborativo

En la sociedad el conocimiento (Domínguez, 2009) el conocimiento se ha vuelto amplio y colectivo; estratégicamente se divide en temas y contenidos, se concentra en libros y se da a través de facilitadores; pero cada uno de nosotros poseemos un cúmulo de conocimiento, habilidades y destrezas que son de utilidad en la resolución de problemas. La interacción entre pares genera lazos sociales y crea redes de apoyo, que ayudan al participante a ser y sentirse parte de una comunidad con propósito.

Las actividades que ponen en práctica este principio son discusiones grupales ─ siempre canalizadas y orientadas por el facilitador─ creación de proyectos colaborativos en Wikis, resolución de casos en equipo y coevaluaciones (Lu & Law, 2012).

5. Planificación de actividades

Establecer tiempos rutinarios en los que los participantes sepan que necesitan presentar alguna actividad los mantienen involucrados y organizados para priorizar actividades y saber administrar su tiempo con las demás actividades propias de la vida.

La autogestión del tiempo es un pilar para el desarrollo de un profesional. Se recomienda que las actividades tengan fecha límite de forma semanal para generar un compromiso constante, el mismo día a la misma hora, para que esto genere un esquema mental o rutina de cómo estará organizado el tiempo. Por el contrario, si las fechas de entrega son irregulares ─ cada 2 semanas, en diferentes días u horas ─ le da la percepción al participante que las clases virtuales consumen demasiado de su tiempo y generar fatiga y, consecuentemente, deserción. 

6. Estilos de aprendizaje

El aprendizaje ha sido abordado desde diferentes abordajes; desde la teoría que clasifica a los estudiantes como visuales, auditivos, lectores/escritores y kinestésicos (Fleming, 2001) hasta teorías en las que se enfocan en como los estudiantes gestionan nuevo aprendizaje en la sociedad del conocimiento, pudiendo ser Jerárquica Individual o Colectiva, o Distribuida Individual o Colectiva (Elmore, 2014).

Para asegurar que las actividades sean motivadoras y ad-hoc al sistema de aprendizaje individual, se recomienda la elaboración de test diagnósticos de estilos de aprendizaje y la creación de actividades heterogéneas que puedan proporcionar los ambientes de aprendizaje donde cada uno de los participantes se desenvuelva.

7. Contacto humano

Aunque los entornos virtuales generan el concepto erróneo de la ausencia de interacción humana, esta se tangible a través de la comunicación directa con estudiantes y la ‘elación que establezca un facilitador con sus estudiantes puede potenciar el compromiso de aprendizaje. (Pierson, 2013)

Las buenas prácticas que fomentan el contacto entre facilitadores y participantes son comentarios sobre el desempeño, realimentación personalizada en trabajos y el contacto con los estudiantes al evidenciar poco ingreso en el aula virtual o bajo rendimiento en las evaluaciones.

Discusión

Estos principios pretenden establecer pautas y caminos a seguir para poder alcanzar las metas educativas propuestas en los ambientes de formación en salud los cuales deben de ser adaptados a las realidades en las que la educación no presencial se lleve a cabo. A medida que estas se utilicen, pueden surgir nuevos abordajes y adaptaciones de buenas prácticas que puedan contribuir con la formación del personal de salud. Siendo las TIC’s un medio y no el fin, deben de ser herramientas que faciliten el aprendizaje siempre y cuando los objetivos de aprendizaje sean claros y que los resultados triangulen con los objetivos y con el proceso.

Aunado a esto, la accesibilidad de tener el material, las explicaciones, videos y demás recursos disponibles en un aula virtual, permite el acceso de estos recursos a estudiantes que por los retos del sistema de formación en salud latinoamericana previamente establecidos no pudieron participar de ellos en su emisión original o que no estaban en las condiciones para asimilar su contenido.


Bibliografía

  • Chikering, A., & Gamson, Z. (1991, Noviembre). applying the seven principles for good practice in undergraduate education. New Directions for Teaching and Learning, 47, 79-81.
  • Domínguez, R. (2009). La sociedad del conocimiento y los nuevos etos educativos. Eticanet, 1-19.
  • Elmore, R. (2014). Modes of Learning. Retrieved from https://courses.edx.org/c4x/HarvardX/GSE2x/asset/modes-of-leadership.pdf
  • Fleming, N. (2001). Estilos de Enseñanza y Aprendizaje (1ra ed.). Nueva Zelanda: N.D. fleming.
  • García, L. (1999). Historia de la Educación a Distancia. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 2(1), 8-27.
  • Greenway, R., & Vanourek, G. (2006). The Virtual Revolution: Understanding Online Schools. Education Next, 6(2).
  • Lu, J., & Law, N. (2012, Marzo). Online peer assessment: effects of Cognitive and affective feedback. Instructional Science Journal, 40(2), 257-75.
  • Monterrey, O. d. (2015, Octubre). Edutrends. Retrieved from Edutrends: https://www.google.com.sv/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwjmh_vK3vnSAhUL0WMKHd8UB7gQFggfMAA&url=http%3A%2F%2Feduteka.icesi.edu.co%2Farticulos%2Fedutrends-10-2015&usg=AFQjCNFtb1Zyc-lZ-9EBpMIAVk5uAdZo-A
  • Pierson, R. (2013, mayo). TED. Retrieved from TED: https://www.ted.com/talks/rita_pierson_every_kid_needs_a_champion?language=es

 


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