En las personas mayores, una caída debe considerarse una señal de alerta que puede indicar una situación de fragilidad. Las caídas suelen ser más frecuentes con el aumento de la edad y pueden tener graves consecuencias para su salud y calidad de vida. Por esa razón, es muy importante identificar los factores de riesgo que puedan existir en cada caso, considerando estrategias efectivas para su prevención.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el término «caída» como el trauma del cuerpo en el piso u otra superficie firme a causa de una pérdida del equilibrio. El 90% de estos accidentes son prevenibles, asociándose a factores ambientales y de su entorno, y a enfermedades y medicamentos que no están bajo un estricto control y seguimiento. Además, el 80% de las caídas se producen en el hogar y el 20% restante fuera del él; y en su gran mayoría no son reportadas.
Por esa razón, es muy importante identificar los factores de riesgo que puedan existir en cada caso, en particular, entre los que se encuentran los siguientes:
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Físicas. Las asociadas directamente a la caída (Fracturas, esguinces, heridas, hematomas, magulladuras, entre otras) y las que se producen cuando la persona mayor sufre el incidente estando sola, que suelen conllevar la imposibilidad de levantarse (Deshidratación, trombosis venosa profunda, úlceras por presión).
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Psicológicas. El impacto emocional que puede provocar una caída incluye el miedo a que vuelva a ocurrir (Síndrome post-caída), lo que en muchos casos hace que la persona afectada disminuya las actividades físicas habituales y reduzca su actividad social.
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Socioeconómicas. Las caídas conllevan un incremento de los recursos necesarios para la atención de la persona afectada, tanto de forma directa (Aumento del número de consultas y de ingresos hospitalarios, cirugías, rehabilitación) como indirecta (cuidadores, ya sean familiares o externos, adaptación de la vivienda, uso de ayudas técnicas, etc.).
Seis estrategias simples y efectivas para prevenir las caídas
1. Manténgase en movimiento
La actividad física puede ayudar mucho a prevenir las caídas. Con la aprobación de su médico, hay que considerar hacer actividades como caminar despacio, ejercicios acuáticos si hubiera disponibilidad de piscina o ejercicios suaves que involucren movimientos lentos similares a los de un baile. Tales actividades reducen el riesgo de caídas al mejorar la fuerza, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.
Si se evita la actividad física por temor a que aumente la probabilidad de caída, es de mencionarlo al médico. Este pudiera recomendar la derivación a un fisioterapeuta quien puede crear un programa de ejercicio personalizado destinado a mejorar el equilibrio, la flexibilidad, la fuerza muscular y la marcha.
2. Programe cita con su médico
En esta se harán preguntas, tales como:
¿Qué medicamentos está tomando? Haga una lista de sus medicamentos y suplementos recetados y de venta libre, o llévelos a la cita. Su médico puede revisar dichos medicamentos en busca de efectos secundarios e interacciones que puedan aumentar el riesgo de caídas. Para ayudar con la prevención de estas, puede ser indicada la disminución gradual de medicamentos que lo hagan sentir cansado o que puedan afectar el pensamiento, tales como sedantes y algunos antidepresivos.
¿Se ha caído antes? Hay que tomar nota de todos los detalles, incluido cuándo, dónde y cómo sufrió la caída. También es de tener presente los casos en los que alguien logró evitar una caída.
¿Sus condiciones de salud pueden causar una caída? ¿Es frecuente la presencia de mareos, dolor en las articulaciones, cansancio o entumecimiento en los pies y las piernas al caminar? Su médico puede evaluar la fuerza muscular, equilibrio y marcha. También ciertos trastornos de la vista y de los oídos pueden aumentar el riesgo de caídas.
3. Use ropa holgada y zapatos cómodos
Tacones ligeramente altos, pantuflas flexibles y zapatos con suelas no adecuadas pueden hacer que se resbale, tropiece y caiga. En su lugar, se deben usar zapatos resistentes y bien ajustados con suelas antideslizantes. El uso de zapatos cómodos también reduce el dolor articular.
4. Quite de la casa cualquier objeto que pueda ser peligroso
La sala, cocina, dormitorio, baño, pasillos y escaleras si existen pueden estar llenos de peligros. Para hacer su hogar un lugar más seguro se recomienda:
- Evitar camas altas.
- Retirar las cajas, periódicos, cables eléctricos y cables telefónicos de los pasillos.
- Retirar las mesas de café, estantes para revistas y macetas con plantas de las áreas de tráfico.
- Reparar tablas de madera sueltas y alfombras de inmediato.
- Guardar ropa, platos y otros artículos que puedan generar desplazamiento innecesario.
- Limpiar inmediatamente los líquidos, la grasa o los alimentos derramados.
- Utilizar alfombras antideslizantes en la bañera o ducha, así como un asiento de baño que permita sentarse al momento de la ducha.
5. Ilumine lo más posible el hogar
- Mantenga la casa bien iluminada para evitar tropezar con objetos que sean difíciles de ver.
- Coloque luces nocturnas en dormitorio, pasillos y baño.
- Coloque una lámpara al alcance de la cama para cualquier necesidad por la noche.
- Despeja el camino hacia los interruptores de luz que no estén cerca de las entradas de las habitaciones. Considera la posibilidad de cambiar los interruptores tradicionales por interruptores que brillen en la oscuridad o iluminados.
- Enciende las luces antes de subir o bajar las escaleras.
- Guarda las linternas en lugares fáciles de encontrar en caso de cortes de energía.
6. Use dispositivos de asistencia
Su médico podría recomendarle que use un bastón o un andador para mantener la estabilidad. Otros dispositivos de asistencia también pueden ayudar. Por ejemplo:
- Pasamanos para ambos lados de las escaleras.
- Peldaños antideslizantes para escalones.
- Asiento de inodoro elevado o uno con apoyabrazos.
- Barras de agarre o asiento de plástico resistente para la ducha, además de una boquilla de ducha manual para bañarse mientras se está sentado.
Algunas de estas soluciones son fáciles de instalar y relativamente baratas. Otras pueden necesitar ayuda profesional o una inversión mayor. Solo es de recordar que una inversión en prevención de caídas es una inversión en salud e independencia.
Referencias
- Prevención de caídas: consejos simples para prevenir caídas. (2021). Retrieved 11 March 2021, from https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/healthy-aging/in-depth/fall-prevention/art-20047358
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American Geriatrics Society, British Geriatrics Society and American Orthopaedic Surgeons Panel on Falls Prevention. Guideline for the Prevention of Falls in Older Persons. J Am Geriatrics Society. 2001; 49: 664-672.
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Calero M, López-Cala G, Ortega A, Cruz-Lendinez A. Prevención de caídas en el paciente mayor: revisión de nuevos conceptos basados en la evidencia. European J Invest Health, Psycol Education. 2016; 6(2): 71-82.