Cómo saber si nuestros hijos son víctimas de bullying

Familia
Escrito por:
Dr. Rafael López Urbina. Pediatra
Revisado por:
Dr. Luis Estrada. Pediatra
Publicado:
05-Jun-17 6:00:00 AM
Palabras claves:
bullying, acoso, escolar, agresor, víctima
 

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Familia:Niñez
jueves, 14 de diciembre de 2017
73
miércoles, 9 de mayo de 2018
No



En años recientes se ha tomado con mucha responsabilidad el exponer a la luz hechos que desde siempre han existido en nuestra sociedad y, que por razones sociales o culturales, no se les había dado la importancia necesaria, pero ahora, en vista de que este fenómeno está ocurriendo con altos índices y hasta fatales consecuencias, se vuelve necesario concientizar y educar a la sociedad acerca del peligro que para nuestros hijos representa el acoso escolar o “Bullying”.

Se define el "Bullying" como toda acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u hostigamiento entre dos alumnos/as, o entre un alumno/a y un grupo de compañeros, en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o agresores.

Existen diferentes tipos de maltratos: Verbal, físico, económico, psicológico, étnico o racial y social, en donde los participantes son, como lo decíamos al principio el o las víctimas y el o los agresores, así como los compañeros y también los adultos.

Características del agresor:

En su gran mayoría son: Alumno/a conflictivo, carente de afecto familiar, criado en un ambiente hostil, proveniente de una familia disfuncional, poco sensible al cariño y la paz, rasgos que hacen además que algunos de ellos acaben siendo antisociales y/o delincuentes. Aunque se han dado situaciones en los cuales el agresor no se circunscribe en su gran mayoría a estas características.

Veamos la contra parte, casi siempre el agredido o la víctima es el alumno débil, inseguro, con baja autoestima, que presenta falta de competencia social, poco o nada comunicativo, o es un hijo o hija sobre protegido.

Cualquier alumno/a, que no tenga el amparo de sus compañeros, puede acabar siendo víctima de maltrato por cualquier cosa, desde su forma de vestir, su capacidad intelectual, raza, religión, situación económica, etc.

Esta situación trae consecuencias para la víctima tales como soledad, tristeza, temor, perdida de la confianza en sí mismo y en los demás, elevado estrés psíquico, fracaso escolar, anulación de la personalidad e identidad del alumno/a y en casos extremos, como últimamente se ha visto, hasta el suicidio.

Algunas conductas que indican si mi hijo/a es víctima de "bullying"

  • Tiene problemas para conciliar el sueño o pesadillas.
  • Disminución repentina del rendimiento académico.
  • Comportamiento extraño: tranquilo o nervioso.
  • El niño/a está huidizo o esquivo.
  • Tiene temor de salir de casa o ir al colegio.
  • Finge enfermedades o dolencias para no salir de casa.
  • Presenta cortes, golpes o arañazos frecuentes en partes de su cuerpo o rasguños en sus ropas.
  • Hay pérdida o destrucción frecuente del material escolar.

Sin embargo, como padres debemos estar atentos y no sólo pensar en nuestros hijos como víctimas, también tenemos que preguntarnos si el comportamiento de los niños es de agresor o mal tratador.

Cómo saber si mi hijo es agresor o acosador

Tenemos que prestar mucha atención a nuestros hijos si demuestran alguno de los comportamientos siguientes:

  • Conductas excesivamente violentas hacia sus amigos o familiares.
  • Encuentra objetos diversos en su poder que no son de él/ella y cuya procedencia no sabemos explicar.
  • Dice mentiras para justificar su conducta.
  • Recibe quejas por parte de otros padres por agresiones.
  • Los demás rehuyen estar en su compañía.

El acoso casi siempre ocurre en las zonas libres de adultos: Lavabos, cambio de clases, recreo, gimnasios, entradas o salidas de la escuela.

En este caso la institución juega un papel importante del cual no puede excusarse ni eximirse de responsabilidad alguna, en este caso el centro de estudios debe:

  • Tener profesores y personal no docente capacitados para detectar indicios o situaciones de acoso escolar.
  • Tomar medidas en las primeras etapas de aparición.
  • Mantener una comunicación abierta y directa con los padres de familia.
  • Proteger la integridad física y moral de sus alumnos.
  • Velar por el estado de derecho de la mayoría.

Pero la responsabilidad más grande y más importante en la prevención y erradicación de este fenómeno corresponde a nosotros los padres, a nadie más, en este caso.

¿Qué debemos hacer?

  • Preocuparnos por que nuestros hijos/as sean personas integras y educadas en valores morales, sociales y por qué no decirlo, religiosos.
  • Ser padres y madres de verdad, no simples proveedores de bienes materiales.
  • Hacer de nuestras familias un jardín y no un desierto.
  • Colaborar con la comunidad educativa y participar en sus actividades.

“El origen de la violencia radica en la dificultad que tienen algunas personas para coexistir de manera armónica en sociedad.”

Formas de motivar y apoyar a los niños víctimas de "bullying"

  • Expresarles que los causantes del problema no son ellos.
  • Insentivarlos a aumentar su autoestima (acéptate, piensa positivo, supérate).
  • Motivarlos a buscar el apoyo de padres y maestros.
  • Si temen hablar, pueden escribir una carta.
  • Recordarles que el abusador ataca al que responde, no al que le ignora.
  • Explicarles que denunciar un abuso no es ser “soplón”, es defender un derecho.
  • Si has de responder, modérate.
  • Aléjate de quien te acosa, no confíes en él/ella.
  • Si alguien te golpea con sus manos o te hiere con un lápiz o cualquier otro objeto… ¡DENÚNCIALO, eso es un delito!

Consejos para los padres del mal tratador:

  • Acepten con responsabilidad las acciones de su hijo/a.
  • El agresor es mentiroso, recaben la mayor información posible y sean objetivos.
  • Ataquen la infracción no a la persona.
  • Actúen con firmeza y equidad, no toleren esa clase de conductas en sus hijos/as.
  • Busquen ayuda profesional.
  • Muéstrenle apoyo para el futuro y valoren las muestras de verdadero arrepentimiento.

Para finalizar recordarles estas frases de Mahatma Gandhi, que se pueden aplicar a los protagonistas de este flagelo:

Para el agresor:

”La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia“.

Para la víctima:

”No dejes que muera el sol sin que hayan muerto tus rencores”.

Cómo saber si nuestros hijos son víctimas de bullying