Familia:Niñez
miércoles, 4 de abril de 2018
miércoles, 20 de julio de 2022
Es una enfermedad infectocontagiosa, causada por un virus. Se transmite de persona a persona por medio de la tos, estornudos, el contacto personal íntimo o el contacto directo con secreciones nasales o faríngeas infectadas.
Es altamente contagioso, al punto que 1 de cada 9 personas expuestas al virus puede enfermarse si no se encuentra vacunada(Corretger, 2014), eso es debido a varios factores entre los que destacan:
- El virus que se encuentra en el aire o sobre las superficies infectadas sigue siendo activo y contagioso durante períodos de hasta dos horas.
- Una persona enferma es contagiosa desde cuatro días antes, hasta cuatro días después de la aparición del exantema.(Mason, 2016).
Manifestaciones clínicas
La enfermedad inicia tras un período de incubación de 9 a 11 días, después de la exposición al virus, manifestando una gran variedad de síntomas conforme se desarrolla(Veítia Velásquez, 2004), (Mason, 2016). Estos se pueden agrupar en tres fases:
Primera fase
Aparece fiebre alta, malestar general, disminución del apetito, síntomas catarrales, irritación en los ojos, unas manchas semejantes a salpicaduras de sal en las mucosas de la boca. También, tos al inicio leve, pero posteriormente se vuelve intensa y rash generalizado que comienza en la cabeza, detrás de las orejas y alrededor de la línea de implantación del cabello, para luego diseminarse a todo el cuerpo.
Rash
Piel de paciente con sarampión.
Manchas de Koplik
Manchas semejantes a salpicaduras de sal en las mucosas de la boca.
Segunda fase
En casos no complicados, tras dos o tres días después de la aparición del
rash, la fiebre y los otros síntomas tienden a desaparecer. La tos, sin embargo, persistirá, siendo el síntoma de mayor duración.
En esta fase es importante valorar las complicaciones, las cuales de producirse pueden ser de gravedad, llevando en algunos casos hasta la muerte. Uno de los principales indicios de complicaciones, será la persistencia de fiebre más allá de lo esperado.
Tercera fase
Esta es la etapa de recuperación de la enfermedad, en ella la tos se prolonga de manera aislada y el rash desaparece progresivamente dejando apenas unas manchas cafés e iniciándose una descamación fina de la piel.
Diagnóstico
El médico puede diagnosticar la enfermedad basándose principalmente en la sintomatología del paciente, ante la sospecha de esta enfermedad, los profesionales de la salud pueden decidir la toma de exámenes orientados a descartar otras enfermedades de mayor frecuencia para confirmar su diagnóstico.
Complicaciones
Aproximadamente 3 de cada 10 enfermos puede presentar complicaciones(Corretger, 2014), algunas de las cuales incluyen:
- Conjuntivitis purulenta.
- Otitis media aguda.
- Diarrea y vómitos que pueden llevar a la deshidratación en niños pequeños.
- Convulsión febril: solamente el 3% de los pacientes, los cuales generalmente tiene predisposición a las mismas.
Otras, menos frecuentes, pero de mayor gravedad, pueden provocar la
muerte del paciente. Entre las que podemos mencionar: Neumonía secundaria, meningitis, encefalitis, laringitis, traqueítis, panencefalitis esclerosante subaguda, entre otras.
Tratamiento
Al tratarse de una enfermedad viral, no existe un tratamiento específico, debido a ello es el médico, quien tras la evaluación del paciente, basa su tratamiento en manejo de los síntomas que se presentan en cada caso. En el hogar es importante no auto medicar al enfermo, pues eso puede modificar los síntomas, dificultar el diagnóstico y en algunos casos complicar la evolución del paciente. Sin embargo, como padres pueden ayudar a que su hijo enfermo se sienta mejor, aplicando los siguientes consejos:
- Ofrezca al niño suficientes líquidos para prevenir la deshidratación.
- Aliente al niño a ingerir alimentos suaves y fáciles de digerir.
- Controle la fiebre con ayuda de acetaminofén y colocando compresas de agua a temperatura ambiente, en brazos, piernas y pecho.
Forma de prevención
La estrategia más útil en la prevención del sarampión es la vacunación. La vacuna que se administra recibe el nombre de tripe viral o SRP, la cual permite la protección contra tres enfermedades de gran importancia: el Sarampión, la Rubeola y las Paperas. Esta requiere de dos aplicaciones, con las cuales se puede alcanzar una duradera y efectiva protección contra el sarampión entre el 95% al 100%(Corretger, 2014). La primera dosis se administra generalmente a los niños de 12 meses y la segunda a los cuatro años.
Gracias a esta estrategia de vacunación en el país, el último caso de sarampión fue detectado en 1996 y el último proveniente del extranjero en 2001(MINSAL, 2018).
Recomendaciones
- Verificar el esquema de vacunación de los niños y adolescentes a fin de garantizar la inmunización apropiada.
- Si las familias tienen dudas respecto a si sus hijos están adecuadamente protegidos contra esta enfermedad, pueden avocarse con la cartilla de vacunación a su centro de salud más cercano.
- Si un niño no se encuentra vacunado, sea por un esquema incompleto o por no tener la edad suficiente para la administración de la vacuna, no se recomienda viaje a zonas donde exista alerta de brote de sarampión.
- Es importante un buen lavado de manos antes y después del contacto directo con personas que tienen los síntomas de sarampión o con sus objetos personales.
- Es importante cubrirse la boca al toser o estornudar, usando idealmente pañuelos desechables, lavándose las manos posteriormente con agua y jabón.
- Ante cualquier síntoma que sugiera la enfermedad debe consultar a su centro de salud más cercano.
- NO automedique a los enfermos. Se pueden presentar complicaciones por la mala administración de medicamentos o por retrasos en el diagnóstico.
Recuerde que la vacunación de sus hijos es la estrategia fundamental para prevenir el sarampión y sus complicaciones.
Bibliografía
- Corretger, J. M. (Octubre de 2014). Asociación Española de Pediatría. Recuperado el 15 de febrero de 2018, de http://vacunasaep.org/profesionales/enfermedades/sarampion
- Mason, W. (2016). Sarampión. En R. y. Kliegman, Tratado de Pediatría Nelson (págs. 1615-1620). Elselvier.
- MINSAL. (22 de enero de 2018). Ministerio de Salud. Recuperado el 15 de febrero de 2018, de http://www.salud.gob.sv/22-01-2018-presencia-de-sarampion-en-guatemala/
- Veítia Velásquez, J. y. (2004). Sarampión. En N. Saldaña Gonzáles, A. Torales Torales, & D. Gómez Barreto, Infectología clínica pediátrica (págs. 353-362). Mc Graw Hill.