Qué hacer si un niño presenta convulsiones por fiebre

Familia > Niñez
Escrito por:
Dra. María Magdalena Martínez Gómez. Pediatra-neonatóloga
Revisado por:
Dr. Jaime Castro. Jefe de Departamento Atención en Salud
Publicado:
11-Feb-22 6:00:00 AM
Palabras claves:
convulsión, fiebre, niños
 

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Familia:Niñez
viernes, 11 de febrero de 2022
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miércoles, 29 de junio de 2022
No

niña con mano en la frente

¿Qué son las convulsiones febriles?

Son episodios convulsivos que pueden ocurrir cuando un niño pequeño presenta fiebre por encima de los 38°C. Suelen durar pocos minutos y remitir por si solas. El niño puede continuar febril aún después de finalizada la convulsión.

Aunque las convulsiones febriles pueden parecer graves, la mayoría de ellas remiten sin tratamiento y no causan ningún otro problema de salud. Algunos niños pueden estar somnolientos después de tener convulsiones febriles, pero hay otros que no presentan ningún cambio.

¿Quiénes pueden desarrollar convulsiones febriles?

Las convulsiones febriles afectan a los niños entre los 6 meses y los 5 años de edad y son más frecuentes entre los 12 y 18 meses de vida.

Es más probable que un niño tenga convulsiones febriles si:

  • Tiene antecedentes en su familia de convulsiones febriles
  • Ya ha tenido antes una convulsión febril. Se estima que 1 de cada 3 niños que ha presentado una convulsión febril tendrá otra, generalmente uno o dos años después de la primera convulsión
  • Presentó su primera convulsión febril antes de los 15 meses de vida.

Es importante conocer que la mayoría de los niños que presentan convulsiones febriles, dejan de padecerlas aproximadamente después de los 5 años de edad.

Si bien las convulsiones febriles no son una forma de epilepsia, los niños que han presentado al menos un episodio de convulsión febril, tiene un riesgo más elevado de desarrollar epilepsia.

Cuáles son los signos y síntomas de las convulsiones provocadas por fiebre

Hay dos tipos de convulsiones febriles:​

Convulsiones febriles simples:

son las más frecuentes, suelen durar solo unos pocos minutos, pero en casos excepcionales pueden extenderse hasta 15 minutos. En este tipo de convulsiones el niño puede presentar:

  • Temblores, puede agitarse y “arquear" su cuerpo
  • Poner los ojos en blanco
  • Quejarse o gemir
  • Perder la conciencia (desmayarse)
  • Vomitar, orinar o defecar durante la convulsión
  • Salivación abundante o babeo
  • La lengua se desplaza hacia atrás y la quijada se entrampa, pudiendo morderse con facilidad.

Convulsiones febriles complejas

duran más de 10 minutos, ocurren más de una vez en 24 horas y las sacudidas o retorcimientos afectan solo a una parte del cuerpo o a la mitad del cuerpo

Causas de las convulsiones

No existe una causa confirmada de las convulsiones febriles. Sin embargo, hay pruebas que sugieren que están relacionadas con infecciones por determinados virus y con la forma en que el cerebro del niño, aun en proceso de desarrollo, responde a la elevación de la temperatura.

Si bien la causa más frecuente son los procesos infecciosos, la aplicación de algunas vacunas puede desencadenarlas, entre estas se encuentra: vacuna contra difteria, tétanos, tosferina o vacuna triple viral, contra rubeola, paperas y sarampión.

Qué hacer en caso de una convulsión

  1. Mantenga la calma.
  2. Coloque al niño con suavidad sobre una superficie horizontal lisa (puede ser el suelo o la cama).
  3. Retire cualquier objeto que se encuentra alrededor.
  4. Acuéstelo con la cabeza de lado sobre un costado, para evitar que se asfixie o que el vómito o la saliva sean aspirados.
  5. Aflójele cualquier prenda de ropa que lleve alrededor de la cabeza o el cuello.
  6. Verifique que no presente signos de dificultad para respirar como que los labios o la cara se vuelvan azulados.
  7. Trate de registrar cuanto tiempo dura el episodio convulsivo.
  8. Llévelo inmediatamente a que lo evalúe el médico.

Cosas que no debes hacer durante una convulsión

  1. Intente sostener, retener o contener al niño.
  2. Introduzca objetos en la boca.
  3. Intente darle medicamentos tomados mientras se encuentra convulsionando.
  4. Trate de bañarlo para bajarle la fiebre mientras está convulsionando.

Qué hacer para prevenir una convulsión febril

  • Monitorizar cuidadosamente la temperatura de su hijo y dar antipiréticos si la fiebre es mayor o igual de 38°C.
  • No se recomienda el uso de medicamentos anticonvulsivantes para prevenir las convulsiones febriles, a menos que el médico los haya indicado.

Complicaciones

La mayoría de las convulsiones febriles no produce efectos prolongados. No causan daño cerebral, discapacidad intelectual o discapacidad del aprendizaje y no implican que el niño tenga un trastorno de base más serio. Se trata de convulsiones provocadas que no implican epilepsia.

La complicación más común es la posibilidad de recurrencia, sobre todo en casos de que exista antecedente familiar de convulsión febril, si se produjo como primer signo de un proceso infeccioso o con una temperatura baja o si el niño tiene menos de 18 meses de edad durante el primer episodio de convulsión.​

En resumen

  • La mayoría de las convulsiones febriles son inofensivas y están causadas por una infección menor o relacionadas con la aplicación de algunas vacunas
  • Aunque no es frecuente, una convulsión febril puede ser el primer signo de algún trastorno neurológico
  • La mayoría de los niños no necesitan tomar medicamentos para prevenir las convulsiones febriles
  • Lo más importante durante una convulsión es mantener la calma y posicionar adecuadamente al niño evitando que se golpee. ​

Referencias bibliográficas

Qué hacer si un niño presenta convulsiones por fiebre