Familia:adulto-mayor
jueves, 7 de septiembre de 2023
viernes, 8 de septiembre de 2023
A lo largo de la vida, el cuerpo humano sufre cambios anatómicos y fisiológicos y en el proceso de envejecer, provocan que el adulto mayor experimente situaciones que pueden generar incertidumbre y preocupación. En mucho de los casos por desconocimiento o por vergüenza no buscan la ayuda idónea a través de la consulta médica, retrasando el diagnóstico de enfermedad y por consiguiente retraso en la atención.
La incontinencia urinaria forma parte de uno de los principales síndromes geriátricos debido a su alta prevalencia e incidencia. Además, es causa y origen de incapacidad física y psicosocial, por lo que, provoca un importante deterioro de la calidad de vida de la persona que la sufre.
El control de esfínteres (continencia) tanto urinario como fecal están considerados como funciones básicas que se adquieren en la infancia y que, en la persona adulta mayor, se debe de mantener, independientemente de su edad. Por ello, la pérdida de unas de estas funciones debe interpretarse como un síntoma de enfermedad. Bien del tracto urinario inferior o de algún otro sistema integrado en el mantenimiento de la continencia urinaria como lo son la vejiga, próstata, vagina, suelo pélvico y sistema nervioso. En este sentido, es importante insistir en que la incontinencia urinaria no es un fenómeno normal del envejecimiento y la perdida de orina de manera involuntaria no debe de considerarse como normal.
¿Qué es la incontinencia urinaria?
Existen definiciones oficiales de incontinencia urinaria, como la de la Sociedad Internacional de Continencia, que define este síndrome geriátrico como “Cualquier escape de orina que provoque malestar al paciente.” En la misma línea, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología la define como “aquella pérdida involuntaria de orina que provoca cualquier tipo de molestia o incomodidad”.
La incontinencia puede afectar a hombres y mujeres de cualquier edad, pero es más común en las mujeres y las personas mayores, afectando aproximadamente al 30% de las mujeres y en 15% de los hombres, ambos de edad avanzada.
Tipos de incontinencia:
- De urgencia: es la pérdida incontrolada de orina (en cantidad entre moderada e importante) que se produce inmediatamente después de presentar una necesidad irreprimible y urgente de orinar. La necesidad de levantarse a orinar durante la noche (nicturia) y la incontinencia nocturna son frecuentes.
- De esfuerzo es la pérdida de orina debido a aumentos bruscos en la presión intra abdominal (por ejemplo, la que se produce al toser, estornudar, reír, flexionarse o levantar un peso). El volumen de la fuga es generalmente de bajo a moderado.
- Por rebosamiento es el goteo de orina cuando la vejiga está demasiado llena. El volumen es generalmente pequeño, pero la fuga puede ser constante, lo que ocasiona grandes pérdidas totales.
- Funcional es la pérdida de orina debido a un problema mental o a una limitación física no relacionada con el control de la micción.
- Mixta. Cuando se experimenta más de un tipo de incontinencia urinaria, en la mayoría de los casos es la de urgencia y la de esfuerzo.
¿Por qué puedo llegar a padecer de incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria puede ser causada por determinados hábitos diarios, enfermedades subyacentes o problemas físicos. Una evaluación exhaustiva a cargo del médico puede ayudar a determinar lo que produce la incontinencia.
Se puede producir una Incontinencia urinaria transitoria secundaria a consumo de ciertas bebidas como el alcohol, bebidas carbonatadas, café u otro tipo de sustancia que contenga cafeína o edulcorantes, alimentos como cítricos, condimentos y especies fuertes, el ají, chocolate y medicamentos que pueden actuar como diuréticos: sedantes, relajante muscular, antihipertensivos, altas dosis de vitamina C. Una afección médica fácilmente tratable como pueden ser: infección de vías urinarias o estreñimiento.
También por problemas físicos o cambios subyacentes, que incluyen: menopausia, agrandamiento de la próstata, cáncer de próstata, obstrucción a cualquier nivel del tracto urinario, incluyendo tumores, trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, accidente cerebrovascular. Cambios a causa de la edad que producen deterioro en el músculo de la vejiga que puede disminuir la capacidad de almacenar orina. Así como, las contracciones involuntarias de la vejiga.
Es importante no olvidar que en los adultos mayores con limitación en la movilidad, alteración funcional o deterioro cognitivo, se debe de corregir el entorno, facilitándoles el acceso al uso del retrete de manera segura. También, se debe tomar en cuenta una adecuada iluminación y cercanía. El uso de baño portátil o de pañal puede ser necesario durante todo el día o noche, evitando caídas secundarias a las fugas de orina de manera involuntaria.
Factores de riesgo:
Se debe tener en consideración si la persona tiene 60 años o más.
- Sexo femenino
- Sobrepeso u obesidad
- Tabaquismo
- Deterioro cognitivo y/o funcional
- Inmovilidad
- Estreñimiento que puede provocar impactación fecal
- Tos crónica
- Diabetes mellitus
- Enfermedad cerebrovascular
- Algunos fármacos (diuréticos, hipnóticos, antipsicóticos, antidepresivos, calcio-antagonistas, anticolinérgicos, opiáceos)
- Cirugía previa en genitales o aparato urinario
- Infecciones urinarias
Cuándo ir al médico:
Es muy habitual que las personas que tienen pérdidas involuntarias de orina no consulten con el médico, fundamentalmente por vergüenza. Sin embargo, debe hacerse en las siguientes situaciones:
- Pérdidas involuntarias de orina unas pocas veces seguidas.
- Goteo continuo de orina.
- Necesidad urgente o frecuente de orinar.
- A pesar de tener ganas de orinar frecuentemente, orina en poca cantidad.
- Sensación de tener la vejiga llena después de haber orinado.
- Dificultad para iniciar la micción.
- La orina es turbia o tiene rastros de sangre.
- Dolor o ardor el orinar.
- Cuando la pérdida involuntaria de orina se asocia a síntomas de deterioro cognitivo.
A menudo, los hallazgos de la exploración física pueden ayudar al médico a determinar la causa o identificar los factores que contribuyen a la incontinencia. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico a menudo es necesario realizar algunas pruebas complementarias como: examen general de orina, urocultivo, volumen residual posmiccional, ultrasonografía vesical, función y perfil uretral.
¿Qué puedo hacer para prevenir la incontinencia?
La incontinencia urinaria no siempre puede prevenirse. No obstante, para disminuir el riesgo, puede resultarte útil:
- Mantener un peso saludable
- Practicar ejercicios del suelo pélvico. No olvide pedir a su médico que le explique como hacerlo.
- Evitar alimentos que irriten la vejiga, como la cafeína, el alcohol y los alimentos ácidos
- Ingerir más fibra, que puede prevenir el estreñimiento
- Suspender el consumo de cigarrillo
- Educación y corrección de malos hábitos como el posponer la ida al baño (Afecta a la función de la vejiga a largo plazo); Pobre ingesta de agua (Concentra la orina y facilita las infecciones).
Importante: la identificación de factores de riesgo que puedan producir la incontinencia urinaria y al presentar alguno de los síntomas mencionados consultar inmediatamente con el médico de cabecera evitando la automedicación. Cada caso visto de manera individual con propuestas de tratamiento farmacológicas o quirúrgicas en casos más severos.
Referencias:
- Shenot, P. J. (2023, August 30). Incontinencia urinaria en adultos - trastornos renales y del tracto urinario. Manual MSD versión para público general. https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-renales-y-del-tracto-urinario/trastornos-de-la-micci%C3%B3n/incontinencia-urinaria-en-adultos.
- Mayo Foundation for Medical Education and Research. (2023, February 9). Incontinencia urinaria. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/urinary-incontinence/symptoms-causes/syc-20352808
- Sanitas. (n.d.). Incontinencia urinaria en personas mayores. https://www.sanitas.es/biblioteca-de-salud/tercera-edad/control-patologias-cronicas/incontinencia-urinaria
- Gerontología y Geriatría. Valoración e intervención. José Carlos Millán Calenti. Capítulo 20. Pág.: 393-402.
- Actualizaciones terapéuticas. Incontinencia en el anciano. Salud e incontinencia. Asociación Española de Urología. Asociación Española de Geriatría y Gerontología. Madrid, España.
Incontinencia urinaria en el adulto mayor