La Enfermedad Renal Crónica

​Los riñones se encargan de:

• Hacer la orina.
• Remueven toxinas y exceso de líquidos de nuestra sangre.
• Controlan el balance químico de su cuerpo.
• Ayudan a controlar la presión arterial.
• Ayudan a la salud de sus huesos.
• Ayudan en la elaboración de la sangre.

¿Quiénes son las víctimas de la Enfermedad Renal Crónica (ERC)?

El 10% de la población mundial padece de enfermedad renal crónica y esta puede afectar a todas las edades y razas.

Se convierte en una presa fácil si:

• No controla o tiene alta la presión arterial.
• No controla o tiene glucosa elevada.
• Tiene historia familiar de Enfermedad Renal.
• Tiene sobrepeso u obesidad.
• Si fuma.
• Tiene más de 50 años de edad.
• Ha tomado por largo tiempo analgésicos o antiinflamatorios.
• Ha tenido contacto prolongado con químicos tóxicos.

Pistas que te ayudan a detectar la ERC

Tempranamente la ERC no presenta signos y síntomas. Pero puede ser detectada por pruebas sencillas de laboratorio como:

• Detectar proteínas en el examen de orina.
• A través del examen de sangre para medir el nivel de creatinina en su sangre.
• Algunos de los signos que se presentan ante la enfermedad renal crónica avanzada incluyen: hinchazón (edemas) de los tobillos, fatiga fácil, dificultad para concentrarse, disminución del apetito y orina espumosa.

Las 8 reglas para no caer en las manos de la ERC:

• Manténgase activo.​
  
• Cuide regularmente su nivel de azúcar en sangre.
• Tómese regularmente su presión arterial.
• Coma saludable y controle su peso.
• Tome suficiente agua y líquidos saludables.
• No fume.
• No abuse tomando medicinas de venta libre o sin indicación médica.
• Haga un chequeo de su función renal si usted tiene uno o más de estos riesgos:
  • Padece de Diabetes.
  • Es hipertenso.
  • Es obeso.
  • Uno de sus padres o familiares han padecido enfermedad renal.
  • Toma regularmente medicamentos tipo analgésicos-antiinflamatorios
  • Ha tenido contacto prolongado con químicos tóxicos.

La presión arterial elevada y la glucosa no controlada son las causas más comunes de la enfermedad renal crónica en el adulto.