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Burnout: el agotamiento emocional en los profesionales de la salud
Escrito por:
Dra. Silvia Nora Gonzalez de Rivera
Revisado por:
Dr. Samuel Henríquez. Jefe del departamento de Planificación en Salud.
Palabras claves:
Síndrome de burnout, Burnout en el personal de salud, agotamiento, estrés, clima laboral
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Familia:Mujer
martes, 26 de noviembre de 2024
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martes, 26 de noviembre de 2024
No
¿Qué es el Burnout?
El
burnout en el personal de salud es un problema cada vez más frecuente y preocupante. Se trata de un síndrome caracterizado por el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del rendimiento profesional. Este desgaste psicológico es producto de una combinación de factores que actúan de manera constante y prolongada sobre los trabajadores de la salud. Los profesionales de la salud y de la enseñanza son, generalmente, los más afectados.
En el ámbito sanitario, el
burnout se manifiesta de diversas formas, incluyendo:
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Agotamiento emocional: Sentimientos de vacío, fatiga crónica y falta de energía.
-
Despersonalización: Tendencia a tratar a los pacientes como objetos, con una actitud fría y distante.
-
Reducción del logro personal: Sensación de ineficacia y pérdida de satisfacción en el trabajo.
Principales causas del
burnout en el personal sanitario:
-
Sobrecarga de trabajo: Jornadas laborales excesivamente largas, falta de personal, aumento de la demanda de servicios y la necesidad de cubrir múltiples tareas pueden generar estrés crónico.
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Exposición constante a situaciones de sufrimiento y muerte: El contacto diario con pacientes graves, la experiencia de pérdidas y la impotencia ante ciertas enfermedades pueden generar un profundo desgaste emocional.
-
Falta de recursos: La escasez de materiales, equipos y personal puede dificultar la realización del trabajo y generar frustración.
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Violencia laboral: Las agresiones físicas o verbales por parte de pacientes o familiares pueden tener un impacto psicológico significativo.
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Clima laboral negativo: Un ambiente de trabajo hostil, con relaciones interpersonales conflictivas y falta de apoyo, puede contribuir al desarrollo del
burnout.
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Falta de reconocimiento: La falta de valoración y reconocimiento por parte de superiores y compañeros puede minar la motivación y autoestima de los profesionales de la salud.
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Conflictos de valores: La discrepancia entre los valores personales y las exigencias del trabajo puede generar un gran estrés.
Algunas características de quienes presentan el síndrome:
- Mayor prevalencia en el
género femenino.
- Personas con
alta sensibilidad, perfeccionismo o tendencia al altruismo pueden ser más vulnerables al
burnout.
-
Antecedentes de depresión, ansiedad u otros trastornos mentales pueden aumentar el riesgo de desarrollar
burnout.
- Dificultad para manejar el
estrés y las emociones negativas.
Estado civil
Solteros(as), parejas inestables, viudos(as).
Salario
Los salarios bajos o la falta de incentivos pueden contribuir al estrés laboral.
Horarios laborales
Los turnos largos o irregulares son factores de riesgo.
Antigüedad laboral
A mayor tiempo de trabajo en el sector, mayor riesgo.
Fases del
Burnout
Según Maslach y Jackson, pioneras en el estudio del
burnout, este síndrome se desarrolla en tres fases principales:
-
Fase de entusiasmo: Inicialmente, el individuo se siente motivado y comprometido con su trabajo, experimentando un alto nivel de energía y entusiasmo por los desafíos.
-
Fase de estancamiento: Con el tiempo, el entusiasmo comienza a disminuir. Aparecen los primeros signos de agotamiento emocional, como sentimientos de frustración y desilusión.
-
Fase de frustración: El agotamiento emocional se intensifica, acompañado de despersonalización y una disminución del sentido de logro. La persona se siente cínica, distante y poco efectiva en su trabajo.
Factores que influyen en la evolución del
burnout
La velocidad y la intensidad con la que se desarrolla el
burnout pueden variar en función de diversos factores, tales como:
-
Características personales: La personalidad, resiliencia y las estrategias de afrontamiento individuales influyen en la vulnerabilidad al
burnout.
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Características del trabajo: La carga de trabajo, las demandas emocionales, el control sobre el trabajo y el apoyo social en el entorno laboral son factores clave.
-
Factores personales: Problemas familiares o de salud pueden exacerbar el
burnout.
Manifestaciones físicas y emocionales
A medida que el
burnout avanza, pueden aparecer una variedad de síntomas físicos y emocionales, entre los que se incluyen:
-
Síntomas físicos: Fatiga crónica, dolores de cabeza, trastornos del sueño, problemas digestivos y alteraciones del sistema inmunológico.
-
Síntomas emocionales: Depresión, ansiedad, irritabilidad, apatía, sentimientos de culpa y baja autoestima.
-
Síntomas conductuales: Aislamiento social, disminución del rendimiento laboral, abuso de sustancias y cambios en los hábitos alimenticios.
Consecuencias a largo plazo
Si no se trata, el
burnout puede tener consecuencias a largo plazo tanto para la salud mental como física del individuo. Algunas de las posibles consecuencias incluyen:
-
Problemas de salud mental: Depresión mayor, trastornos de ansiedad y trastornos de estrés postraumático.
-
Problemas de salud física: Enfermedades cardiovasculares, enfermedades gastrointestinales y trastornos del sueño crónicos.
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Deterioro de las relaciones interpersonales: Dificultades en las relaciones familiares y sociales.
-
Pérdida de empleo: El
burnout puede llevar a una disminución del rendimiento laboral y a la toma de decisiones impulsivas, como renunciar al trabajo.
¿Cómo prevenir el síndrome de
burnout?
La prevención del
burnout es fundamental para garantizar el bienestar de los profesionales de la salud y mejorar la calidad de la atención al paciente. Algunas estrategias preventivas incluyen:
En el ámbito laboral:
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Reducción de la carga de trabajo: Implementar horarios flexibles, asignar tareas de manera equitativa y evitar la sobrecarga laboral.
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Fomento de un ambiente de trabajo positivo: Crear un clima laboral respetuoso, colaborativo y donde se valore el trabajo en equipo.
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Programas de bienestar: Ofrecer actividades de relajación, mindfulness, yoga o talleres de gestión del estrés.
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Desarrollo profesional: Invertir en la formación continua de los empleados y ofrecer oportunidades de crecimiento.
-
Reconocimiento y recompensa: Valorar el trabajo de los empleados y ofrecer incentivos que reconozcan sus logros.
A nivel individual:
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Establecer límites: Aprender a decir no y a priorizar las tareas.
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Cuidar la salud: Dormir lo suficiente, alimentarse de forma saludable y realizar actividad física regularmente.
Referencias Bibliográficas
- Maslach, C., & Jackson, S. E. (1981). The measurement of burnout. Journal of organizational behavior, 2(2), 99-116.
- Leiter, M. P., & Maslach, C. (2016). The burnout companion to the Maslach Burnout Inventory. Sage Publications.
- Shanafelt, T. D., Boone, S., Tan, L., Adams, J., & Dyrbye, L. N. (2012). Burnout and medical professionalism: A systematic review. JAMA, 308(24), 2543-2552.
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