Evaluación de las tecnologías sanitarias

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Escrito por:
Dr. Nahum Somoza. MPH. MBA. MSCM.
Revisado por:
Publicado:
23-Oct-16 6:00:00 AM
Palabras claves:
Fármacos, eficacia clínica, equidad, tecnologías sanitarias
 

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viernes, 15 de diciembre de 2017
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jueves, 7 de febrero de 2019
No
Dimensiones de la evaluación de tecnologías sanitarias: eficacia, valor económico, aceptabilidad social, compatibilidad organizacional y consideraciones eticas.  

A lo largo de la historia, los seres humanos han estado inmersos en una constante lucha contra las enfermedades. Para enfrentar esta contienda y gracias al adelanto en la ciencia, en la actualidad se cuenta con diferentes avances en salud entre los cuales están las tecnologías sanitarias. Estas se pueden definir como todas aquellas intervenciones que pueden ser utilizadas para promover la salud; para prevenir, diagnosticar o tratar las enfermedades, rehabilitar o cuidar a largo plazo. Como consecuencia, han aparecido fármacos, dispositivos, procedimientos y técnicas que curan, alivian, diagnostican o previenen los diferentes problemas de salud que atacan al ser humano.

Esto incluye también, a los sistemas de organización y soporte dentro de los cuales se provee la atención *(INAHTA, glosario de términos de ETS) De ellos, los medicamentos son los que han mostrado ser más efectivos.

Los fármacos por lo general son productos de alta tecnología, cada vez más potentes y selectivos. En ocasiones, son costosos, por lo que es necesario compararlos con otras alternativas, tanto en términos económicos como de calidad de vida ganada en la persona.

Por lo que es necesario hacer y tener un análisis de eficacia clínica, perfil de efectos adversos, relación costo efectividad, análisis de impacto presupuestario, análisis de equidad y sostenibilidad financiera.

Para realizar dicha evaluación se deben tomar en cuenta dos conceptos: AVAC o QALY

​AVAC:
viene de la abreviación de las palabras Años de Vida Ajustados por Calidad.
QALY:
por sus siglas en inglés (Quality-adjusted life year) es una medición que combina tanto la calidad como la cantidad, donde un año de esperanza de vida con perfecta salud equivale a 1, si un año de vida no es tan perfecto, equivale a un valor entre 0 y 1, dependiendo de la calidad de ese año vivido, la muerte toma un valor de 0.

Si el tratamiento aumenta la esperanza de vida en cuatro años, y a cada año se le otorga una calidad de 0,6, entonces el resultado final es de 2,4. Si no se proporciona tratamiento, la persona vivirá un año con una calidad de 0,4, dando un resultado de 0,4. La diferencia entre estos valores es 2,0 (2,4 - 0,4) y se define como el QALY del tratamiento.

La época moderna se caracteriza por administrar con escasez de recursos y con una demanda sanitaria creciente. Los factores demográficos, la cobertura de los servicios, el envejecimiento de la población que trae paralelamente más enfermedades crónicas, la disponibilidad de alta tecnología sanitaria, y otros, hacen que los gastos en salud crezcan en porcentajes dentro del Producto Interno Bruto de muchos países. En la inversión financiera en salud se presta cada vez más atención al gasto farmacéutico, preocupación que va desde los encargados de la toma de decisiones, administradores sanitarios, farmacéuticos, hasta los propios pacientes.

Para reflexionar:

¿Hasta dónde puedo ir de la mano con el avance tecnológico y económico?

¿El avance tecnológico tiene relación con la economía de un país?

¿Se debe vincular con indicadores económicos, el PIB por ejemplo?

El médico ante la economía

A menudo se afirma que a los médicos no nos  interesan los temas económicos e incluso que sentimos cierta aversión por ellos. Hay varias razones que pueden explicar esta actitud:

  • ¿Existe un conflicto ético? Los intereses de los pacientes podrían verse perjudicados si el médico tuviera en cuenta aspectos económicos, ya que, a veces, las intervenciones más eficientes no son las más eficaces. Esto representaría un conflicto entre el interés del médico y la administración de las Instituciones que proveen salud, la prioridad del primero, según la tradición hipocrática, es hacer todo lo posible porcada uno de sus pacientes, es decir, conseguir la máxima eficacia, en el paciente concreto al que está tratando, según una ética individual, basada en el principio de beneficencia.
  • Por otro lado, la prioridad del que administra las instituciones de salud es conseguir la máxima salud para el conjunto de la población a partir de los recursos disponibles, ya que las necesidades en países como El Salvador, son “infinitas”, y los recursos son “Finitos” según una ética colectiva, basada en el principio de justicia.
  • Desde esta última perspectiva, propia de los sistemas sanitarios financiados públicamente, podría ser necesario sacrificar parte de los recursos dedicados a un paciente concreto, si ello beneficiase al conjunto de pacientes.

La economía incorporada a la práctica médica

nterrelaciones de la evaluacion de tecnologias sanitarias: el grafico a traves de la interseccion de tres circulos muestra la relacion entre las intervenciones en salud - programas, la calidad de vida - salud - cuidados y la aplicación y resultados de las tecnologías sanitarias 

Aunque el profesional en salud no disponga de tanto tiempo como desearía para mantenerse al día sobre la economía aplicada a la práctica médica, su práctica se aborda sabiendo las tres cosas siguientes:

  1. Que la eficiencia es importante en medicina, pero que el camino a la eficiencia pasa por la efectividad.
  2. Que la ética médica exige la consideración del coste de oportunidad en las decisiones diagnósticas y terapéuticas.
  3. Que las utilidades relevantes son las del paciente.

Eficiencia es «hacer bien las cosas», es decir, hacer las cosas buscando la mejor relación posible entre los recursos empleados y los resultados obtenidos. La eficiencia tiene que ver con «cómo» se hacen las cosas.

Eficacia es «hacer las cosas correctas», es decir, hacer las cosas que mejor conducen a la consecución de los resultados. La eficacia tiene que ver con «qué» cosas se hacen.

Efectividad es «hacer bien las cosas correctas», es decir, hacer las cosas de forma eficiente y eficaz. La efectividad tiene que ver con «qué» cosas se hacen y con «cómo» se hacen esas cosas. 

Puede ampliar la información en los siguientes enlaces (contenido en idioma inglés)


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